"El tríptico de los Uffizi", obra de Andrea Mantegna, data alrededor de 1460. con unas dimensiones de formadas por la Ascensión de Cristo (86 cm x 42,5 cm), la Adoración de los Magos (76 cm x 76,5 cm) y la circuncisión (86 cm x 42,5 cm). se conserva en la Galería Uffizi, en Florencia _ Italia
La obra consta de tres paneles reunidos en el siglo XIX, pero cuya verdadera cohesión como tríptico es puesta en duda por muchos historiadores. En 1509 Vasari describe en la capilla del castillo de San Giorgio, residencia del marqués de Mantua, una obra de Mantegna que los especialistas identifican con el tríptico que hoy se conserva en los Uffizi, siendo su escena principal la Adoración que aquí observamos, acompañada de la Ascensión y la Circuncisión
La relación entre Mantegna y Ludovico III Gonzaga, marqués de Mantua, se inició en 1456 cuando el pintor fue invitado por el noble a trasladarse a Mantua. Fruto de esta relación surgirá la obra más famosa del maestro: la Cámara de los Esposos, aunque también han quedado otros trabajos dignos de destacar. La figura de María y el Niño se encuentran en una oquedad de la roca - considerándose que podría corresponder con el ábside de la capilla - rodeados de querubines entre nubes.
A su lado San José, un anciano con la espalda encorvada, observa atentamente los regalos que ofrecen los Reyes Magos, representados como ricos comerciantes italianos con exóticas ropas. Tras ellos el cortejo, en el que destacan los dromedarios y las figuras con turbante que indican su procedencia oriental.
Un camino poblado de figurillas sirve para otorgar la profundidad, apreciándose al fondo una ciudad, siendo un paisaje muy similar al de la Crucifixión. Las figuras muestran el interés por los volúmenes del maestro, dotándolas de una monumentalidad inspirada en la escultura. La minuciosidad de los detalles en los ropajes es una influencia de la pintura flamenca al igual que esos ángeles cantores que se ubican sobre la cueva y el fondo paisajístico acartonado. Sin embargo, el concepto general de la obra tiene un sabor italiano.
Otros (como Fiocco), siendo incapaz de explicar la llegada de la obra a Florencia, lo definen como un trabajo realizado en la Toscana durante dos viajes del artista, fechados en 1466 y 1467. Sin embargo, razones de estilo vinculan la obra del artista de Padua, en torno a 1459.
En cualquier caso, la primera mención de la obra está definitivamente establecida en 1587, cuando es fragmentada en el Valle de Muggia, cerca de Pistoia, entre la propiedad de Antonio de Medici. En 1632, pasa a través de herencia a las colecciones del Gran Ducado, donde es nuevamente separada y la Adoración de los Magos erróneamente atribuida a Botticelli. El trabajo de reunificación tuvo lugar en 1827, con un nuevo marco renacentista tallado y dorado.
Las diferencias entre los tres cuadros también son evidentes mirando a los elementos de diseño. Por ejemplo, todos requieren una fuente de luz diferente y la descripción de las actividades al aire libre (Ascensión y la Adoración de los Magos) se diferencia de la riqueza interior de la circuncisión. La forma ligeramente cóncava de la Adoración hace pensar en su posición original diseñada para ubicarse dentro de un nicho o en el ábside central.
La circuncisión es la parte del tríptico donde Mantegna recrea plenamente un interior clásico, con una profusión de decoraciones elegantes que no se encuentran en ninguno de sus otros trabajos de este tamaño. La iconografía realiza una rara combinación de dos episodios, la Presentación en el Templo y la circuncisión.
La profetisa Ana y José que trae dos tórtolas como ofrenda, necesarios para el rito de la purificación de María, que se produjo, según el rito judío, después del nacimiento de su primer hijo. Los otros personajes de la escena son el anciano sacerdote, con una expresión y gestos de tranquilidad y sabiduría, que dirige la mirada del espectador hacia el niño en los brazos de la virgen.
El sacerdote tiene en la mano un cuchillo, tomado de una bandeja con otros instrumentos necesarios para el ritual que es ofrecido por un joven a su espalda, vestido con una túnica grande atada a la cintura. A la derecha hay, además de la citada Ana, una mujer con un niño comiendo una rosquilla, que algunos han querido identificar con Santa Isabel y Juan el Bautista, a pesar de la falta de halos. A partir del siglo XIX desaparece el tema del ciclo de la infancia de Cristo.
Posible autorretrato de Andrea Mantegna |
Los últimos años de Andrea Mantegna en la Corte de Mantua los pasó bajo la protección de Isabel de Este, unánimemente reconocida como una de las damas humanistas más ilustradas del Renacimiento Italiano que se rodeo en su pequeño estudio del Castillo de San Jorge de una importante corte de artistas y pintores del momento. Junto a ella, un casi anciano Andrea Mantegna cultivó sobre todo la temática mitológica, destacando obras como "El Parnaso", "El Triunfo de la Virtud", o "Isabel de Este en el Reino de Armonía", obras todas ellas hoy depositadas en el Museo parisino del Louvre.
Andrea Mantegna moriría un día de septiembre de 1506, contando nada menos que con 75 años de edad y acuciado por varias deudas ya que, las nuevas modas pictóricas propuestas por artistas de la nueva generación habían hecho que sus encargos se resintiesen.
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