“Jugadores de cartas” obra de pintor neerlandés Tjeerd Eernstman (1801-1886) fue realizada en el año 1826 y con unas dimensiones de 80 x 64,5 cm. Actualmente se encuentra en el Rijksmuseum de Ámsterdam_ Holanda.
Tjeerd Eernstman estudió bajo la tutela de Willem Bartel van der Kooi, un destacado retratista de la época y se especializó en retratos y escenas de género, capturando la vida cotidiana de su tiempo. En la pintura “Jugadores de cartas”, la representación de los ases puede ser una metáfora de la vida humana y de la importancia de la competencia y la lucha en ella. Los jugadores, concentrados en su partida, simbolizan la vida como un juego en el que cada individuo lucha por su propio éxito y supervivencia. La presencia de los ases en la escena podría enfatizar la jerarquía de la vida y la importancia de la competencia en ella. Además, la técnica utilizada por Eernstman, con pinceladas definidas que enfatizan la estructura y forma de los objetos, sugiere que la vida es una construcción compleja y que cada individuo es responsable de construir su propia realidad.
Entre sus obras más conocidas se encuentra “Jugadores de cartas, que muestra a dos hombres participando en una partida de cartas, y “Autorretrato” (1872), donde se representa a sí mismo con gran detalle como uno de ellos. Sus pinturas se caracterizan por una atención meticulosa al detalle y una representación realista de sus sujetos. Algunas de sus obras se conservan en colecciones privadas y museos, como el Fries Museum en los Países Bajos.
La inclusión de los ases en la pintura también puede ser una referencia a la sociedad de la época. Si el jugador que posee los ases muestra una actitud confiada o astuta, Eernstman podría estar criticando la astucia o la desigualdad presentes en su tiempo. Esta representación invita al espectador a reflexionar sobre temas universales como el destino, la fortuna, el engaño y la ambigüedad. Al igual que en otras obras de arte que incorporan juegos de azar, como “Los jugadores de cartas” de Paul Cézanne, la presencia de cartas y ases trasciende su función lúdica, convirtiéndose en portadores de mensajes más profundos y complejos sobre la naturaleza humana y su papel en el mundo.
Esta obra muestra a dos jóvenes jugando a las cartas en una taberna. Uno de ellos revela su mano con cuatro ases, mientras que el otro está haciendo trampa al esconder cartas debajo de la mesa. La pintura también incluye una pequeña naturaleza muerta con un vaso de licor y un trozo de tiza que los jugadores usan para llevar la puntuación en la mesa.
Bibliografía : El Poder del Arte
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