EL Museo Salzillo es uno de los museos más emblemáticos de la Región de Murcia_ España. Creado en la primera mitad del siglo XX, más concretamente en 1941 por Orden Ministerial.
El belén napolitano fue reunido por los hermanos Emilio y Carmelo García de Castro y un dato curioso que no fue esculpido por Francisco Salzillo, como podría pensarse por el nombre del museo. Este belén es una obra única atribuida principalmente al taller de Giuseppe Sanmartino y a otros artistas napolitanos del siglo XVIII. Giuseppe Sanmartino es uno de los escultores más destacados del estilo napolitano, conocido también por su famosa obra, el Cristo Velado en la Capilla Sansevero en Nápoles.
El belén cuenta con más de 400 figuras y representa con gran detalle escenas típicas de la vida cotidiana y religiosa del Nápoles de esa época. Estas piezas fueron adquiridas por el Conde de Floridablanca y posteriormente donadas al museo, donde se han convertido en una de sus principales atracciones.
El estilo napolitano de los belenes surgió en la ciudad de Nápoles durante el siglo XVIII, consolidándose como una tradición artística de gran riqueza y detalle. Este estilo combina la representación religiosa del nacimiento de Jesús con escenas de la vida cotidiana del Nápoles de la época, integrando elementos sagrados y profanos en un mismo conjunto. Las figuras se caracterizan por su realismo extremo y la atención minuciosa a los detalles, desde las expresiones faciales hasta los pliegues de las vestimetas.
Los escultores utilizaban cabezas y extremidades de terracota pintada, cuerpos de madera o alambre, y telas reales ricamente adornadas para las ropas. Las composiciones incluían no solo el pesebre, sino también paisajes arquitectónicos y escenas de mercado, posadas, y vida rural. El resultado era una representación teatral que reflejaba tanto la devoción religiosa como la vida vibrante y colorida de la sociedad napolitana. Este enfoque hacía de los belenes algo más que simples representaciones del Nacimiento: eran verdaderas narrativas visuales donde lo cotidiano y lo divino coexistían.
El desarrollo de este estilo fue posible gracias al trabajo conjunto de escultores, pintores, bordadores y arquitectos, así como al apoyo de la aristocracia y la iglesia. Durante el reinado de Carlos III de Borbón, los belenes napolitanos alcanzaron su apogeo, convirtiéndose en símbolos de estatus para la nobleza, quienes competían por tener las composiciones más elaboradas en sus palacios.
Artistas como Giuseppe Sanmartino, conocido también por su obra maestra el Cristo Velado, y Matteo Bottiglieri destacaron en la creación de estas figuras realistas, mientras que otros como Francesco Celebrano aportaron dinamismo y teatralidad a las escenas. La mezcla de materiales y técnicas, junto con la incorporación de elementos del entorno napolitano, dieron a estos belenes un carácter único. A día de hoy, el estilo napolitano sigue siendo un referente mundial en la tradición belenista, y su legado se mantiene vivo en talleres artesanales de Nápoles, que continúan reproduciendo la magia y el realismo de estas pequeñas obras de arte.
Bibliografía: El Poder del Arte
No hay comentarios:
Publicar un comentario