El Jardín del Palacio Giusti es una de las joyas renacentistas de Verona _ Italia. Muy cerca del anfiteatro dell'Arena, su historia se inicia en el transcurso del siglo XV por deseo de la familia Giusti, comerciantes de lana de origen toscano. A través de los siglos y las guerras, el jardín ha sido siempre rehabilitado y llevado a su antiguo esplendor.
El jardín fue creado en 1580 sobre una pendiente que domina el río Adagio y permite ver unas espléndidas vistas de la ciudad. A diferencia de otros jardines históricos que se sitúan por delante de la villa, éste sin embargo se sitúa en su parte trasera, con un belveder que permite disfrutar del paisaje.
El jardín fue un encargo que la familia Giusti realizó al trasladarse de Florencia a Verona. El jardín renacentista ha sido recuperado recientemente ya que fue remodelado en el siglo XVIII, convirtiéndose en un jardín paisajista. Además durante la 2ª Guerra Mundial sufrió grandes destrozos, realizándose una reconstrucción posterior siguiendo preceptos del jardín barroco.
El Jardín está situado en terreno plano, se sube mediante escaleras y senderos en los primeros pendientes de la colina de San Pietro, que domina Verona. Al recorrer el camino de los cipreses se encuentran cuadros, antiguas estatuas y el bello laberinto del año 1786 que ha reemplazado al original del siglo XVI. Llegando a la base de la colina se puede subir mediante terrazas y escalinatas que poco a poco revelan grutas artificiales que cuentan con preciosas decoraciones arquitectónicas y juego de aguas de gusto renacentista.
Durante el Renacimiento italiano, la transformación del arte de los jardines se efectúa sin renunciar a los temas medievales que empleaban céspedes, emparrados, abedules y fuentes adornadas de estatuas. La composición se produce sin embargo en conjuntos más vastos, superpuestos en terrazas y abriendo amplias perspectivas.
El jardín a la italiana se caracteriza por su capacidad para explotar el paisaje cercano. La composición de los planos horizontales en terrazas, la utilización de pantallas de vegetación cortadas crean fugas que enmarcan y ponen en valor el paisaje del campo italiano. Este modo de composición, que se encuentra en la pintura del Renacimiento italiano refleja el ideal de apertura del pensamiento humanista.
Las estatuas imitadas de la antigüedad, la presencia reponiendo del agua, vegetales elegidos y ordenados y la división matemática del espacio dominada por la geometría y la simetría son los principios mismos del jardín del Renacimiento florentino. Minerales y vegetales son tratados de la misma manera, al servicio de un mismo propósito arquitectural.
Se expresan las vicisitudes, la difícil investigación de la verdad, simbolizadas por la presencia de un laberinto, los destinos humanos escapan a los hombres por las estatuas inspiradas por el arte antiguo (estatua de Júpiter, estatua colosal de los Apeninos), las grutas representan el origen terrestre de los hombres.
El jardín es una obra de arte por simple goce sensorial o incluso sentimental. Posee principios compositivos y de ordenación con determinadas combinaciones de formas, espacios y colores.
Interior del Palacio Giusti, pinturas obra de Giovanni Battista Tiepolo |
El uso de determinados elementos expresa algunas necesidades fundamentales para el hombre, como por ejemplo el agua en todas sus variedades y los árboles para dar sombra o simplemente ornamentales. En el mundo del arte, el jardín ocupa un sitio particular al tomar posesión de la naturaleza, igual que el pintor lo hace con un objeto, cuando nos apropiamos de los árboles, las cascadas, las flores o las rocas para crear.
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