Hoorn es una municipio de los Países Bajos, se halla a unos cuarenta kilómetros al norte de Amsterdam, y es famosa precisamente por sus museos.
El Museo Westfries es uno os más antiguos de Hoorn, ya que se inauguró el 10 de enero de 1880. Se ubica en un edificio que data de mediados del siglo XVII, lo que fue el antiguo ayuntamiento. Es un lugar histórico con estilo renacentista y es obra del arquitecto Leendert Viervant.
El Museo Westfries es uno os más antiguos de Hoorn, ya que se inauguró el 10 de enero de 1880. Se ubica en un edificio que data de mediados del siglo XVII, lo que fue el antiguo ayuntamiento. Es un lugar histórico con estilo renacentista y es obra del arquitecto Leendert Viervant.
Este museo histórico denominado también museo de Frisia Occidental ofrece todo lo relacionado con la historia de la región y permite a los visitantes conocer una gran colección de objetos históricos como piezas de porcelana, objetos, piezas de plata, todas ellas que datan desde el XV hasta el XIX, repartidas en unas 27 habitaciones para que los visitantes puedan hacer una visita ordenada.
El complejo con una bonita y decorativa fachada, alberga una colección interesante de pinturas, objetos de plata, porcelana, armas históricas de fuego y otros objetos, que se distribuyen en un total de 25 salas. En la parte baja se exhiben los restos arqueológicos encontrados en Hoorn y sus alrededores. Estas salas de abajo se descubrieron en 1953, y formaban parte de las bodegas del siglo XV del edificio.
Casi son más curiosas las historias y leyendas que se cuentan del propio edificio en sí en el que se sitúa el Museo Westfries que su propia colección. Aquí se discutían enfervorizadamente los asuntos propios de la Compañía de las Indias, y mira por donde, es el lugar que hoy alberga alguno de sus objetos más preciados.
Otras historias, negras aunque reales, de las que fue testigo este Museo Westfries fue el del robo, el 10 de enero del 2005, precisamente la noche que el museo cumplía 125 años, de hasta veinte pinturas de la escuela holandesa del siglo XVII, además de varios artículos de plata, entre las que se encontraban obras Jan van Goyen, Jan Rietschoof y Hermann Hestenburg.
Los 24 cuadros y la decena de objetos de plata antigua, fueron sustraídos son demasiado conocidos en el mercado de arte nacional como para ser vendidos fácilmente. Las telas datan del siglo XVII y están firmadas, entre otros, por Jan van Goyen, Jacob Waben y Mathias Withoos, especialistas en paisajes y marinas.
Según los expertos, los ladrones sabían lo que buscaban porque en la sala había también obras de Mondrian que no fueron tocadas. El sistema de alarma, recién revisado, fue desconectado por los propios asaltantes sin necesidad de ser ayudados desde el interior.
En este museo, quedara fascinado por la exhibición de todas clase de progresos realizados durante siglos. Un viaje nostálgico por el tiempo. Una pequeña joya escondida en una de las ciudades mas bonitas de los Países Bajos.
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