Yerebatan Sarnici, o en español, la Cisterna Subterránea, es una impresionante construcción que se encuentra en Estambul _ Turquía. Data de los años 527 a 565 y fue elaborada con el fin de almacenar todo el agua necesaria para el abastecimiento de la región. Su nombre fue otorgado por la antigua basílica que había antes de esta última. Su elaboración se inició en el periodo en que reinaba el emperador Bizantino Justiniano I. La estructura abarca alrededor de unos 140 metros de largo y 70 metros de ancho, otorgándole una forma rectangular perfecta.
El acceso también es fuera de lo común, nada más porque son 52 peldaños perfectamente posicionados y hechos en piedra, los cuales se deben recorrer antes de disfrutar del mágico ambiente que ofrece al estar dentro.
La capacidad era de 80 millones de litros. Para conseguir esta capacidad de almacenamiento se dispusieron 336 columnas de mármol con una altura de 9 metros cubriendo una superficie de casi 10.000 m2. Para el abastecimiento de este depósito fué construido un acueducto que traía las aguas desde 19 Km.
Las paredes están recubiertas por una abundante capa de argamasa, con el fin de garantizar el aguante y de evitar filtraciones, ya que esto podría significar una perjuicio importante al territorio. Su creación se desarrolló pensando en almacenar casi 100 mil toneladas de agua.
Desde su origen hasta la actualidad, la Cisterna Subterránea atravesó varios procesos de restauración. Los años que pasaron, las batallas, el tiempo, el desgaste propio del almacenamiento de agua, además de los materiales, entre otros, generaron diversas rupturas en las matrices. Los dos más importantes arreglos se hicieron durante el periodo otomano, siglos XVIII y XIX, bajo el mando del emperador Ahmet III y el Sultán Abdulhamit II, respectivamente.
Quizás la parte mas gruesa de las reparaciones se hicieron en los años de 1985 y 1987, cuando Estambul ya era una urbanización importante, que había puesto en marcha su proceso de modernización en algunas áreas. Se extrajeron 50000 toneladas de barro de su interior y se temió la ruptura total de una de las paredes, así que debido a esto colocaron pilares apegados a ella con una gran cantidad de cemento.
El nombre de esta estructura subterránea proviene de una gran plaza pública en el Capitolio de Constantinopla, la Stoa de la Basílica, bajo la cual se construyó originalmente (otras fuentes indican que proviene de una basílica edificada con anterioridad en el mismo emplazamiento). Como acabo de mencionar de acuerdo con los antiguos historiadores, el emperador Constantino I el Grande construyó una estructura que fue más tarde reconstruida y ampliada por el emperador Justiniano después de los disturbios de Niká de 532.
La cisterna proveía agua para el Gran Palacio de Constantinopla y otros edificios en el Capitolio, y continuó proveyendo agua al Palacio de Topkapi tras la conquista otomana en 1453 y en los tiempos modernos. Los jardines del palacio se regaban con el agua de Yerebatan hasta que se construyó un sistema propio.
Situadas en la esquina noroeste de la cisterna, las bases de dos columnas reutilizan bloques tallados con el rostro de Medusa. El origen de las dos cabezas es desconocido, se cree que las cabezas fueron traídas a la cisterna tras ser retiradas de un edificio del último periodo romano.
La tradición dice que los bloques están orientados hacia los lados y boca abajo con el fin de anular los poderes de la mirada de la gorgona que deja petrificado a quien osa mirarla.
Bibliografía: Un corte de viaje a Turquía, Pablo Strubell, Anaya Touring
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