viernes, 22 de noviembre de 2024

El ataque de Mary Richardson a la pintura “La Venus del espejo” de Diego Velázquez ocurrió el 10 de marzo de 1914, alrededor de las 10:30 de la mañana.


Mary Richardson fue una activista sufragista británica que ganó notoriedad en 1914 por su acto de vandalismo en la Galería Nacional de Londres, en protesta por el trato que recibían las mujeres y por la encarcelación de Emmeline Pankhurst, una de las líderes del movimiento sufragista. Richardson formaba parte de la Women’s Social and Political Union (WSPU), una organización militante que luchaba por el derecho al voto de las mujeres.




El ataque de Mary Richardson a la pintura “La Venus del espejo” de Diego Velázquez ocurrió el 10 de marzo de 1914, alrededor de las 10:30 de la mañana,  atacó la pintura con un cuchillo, rasgando la obra en varios puntos. Declaró que lo hizo como protesta contra el encarcelamiento de Pankhurst y para llamar la atención sobre la falta de derechos de las mujeres. Este acto fue ampliamente criticado, incluso por algunos simpatizantes del movimiento sufragista, porque dañó una obra de arte muy valorada.




Mary Richardson fue arrestada y sentenciada a prisión por este acto. Este evento simboliza el grado de radicalización al que llegaron algunas sufragistas en su lucha por los derechos de las mujeres en una época en que enfrentaban una gran resistencia social y política. Después del movimiento sufragista, Richardson se interesó en otras causas, incluyendo el activismo político en el Reino Unido.


En ese momento, la Galería Nacional de Londres estaba abierta al público. Richardson escondió un cuchillo entre sus ropas y, al llegar al cuadro, rápidamente realizó varios cortes en la pintura antes de ser detenida por los vigilantes del museo. 

En los informes contemporáneos, se señala que los vigilantes del museo tardaron en reaccionar, lo que permitió que Richardson lograra infligir hasta siete cortes en la pintura antes de ser contenida. Esto generó críticas hacia las medidas de seguridad de la galería, que en aquella época eran limitadas. A raíz de este ataque, la seguridad en los museos británicos fue revisada y fortalecida, incluyendo restricciones más estrictas sobre el acceso del público y una mayor vigilancia para proteger las obras de arte.



La acción de Mary Richardson fue impactante, pero también sirvió como una llamada de atención para mejorar la protección de los bienes culturales. El cuadro fue posteriormente restaurado y devuelto a exhibición.

El ataque de Mary Richardson a “La Venus del espejo” de Velázquez en 1914 no se debió específicamente al hecho de que la obra mostrara un desnudo, sino a su simbolismo y prominencia. Sin embargo, Richardson justificó su elección del cuadro en parte porque representaba a una mujer desnuda, lo que, en su visión, reflejaba el tratamiento objetual de las mujeres en la sociedad de la época.




En su declaración tras el ataque, Richardson afirmó que eligió la pintura porque estaba cansada de que el público admirara a las mujeres en los cuadros solo por su belleza, mientras que las mujeres reales sufrían abusos, discriminación y encarcelamiento por luchar por sus derechos. Sus palabras fueron:“He intentado destruir la pintura de la mujer más hermosa de la historia mítica para protestar contra el Gobierno que destruye a la señora Pankhurst, la mujer más hermosa de la historia moderna.”El acto fue profundamente simbólico: la “Venus” representaba a la mujer idealizada y pasiva, admirada pero sin poder, en contraste con las sufragistas que luchaban por sus derechos en el mundo real.

Aunque había otras obras desnudas en la Galería Nacional y otros museos, “La Venus del espejo” era una de las pinturas más destacadas por su rareza (es el único desnudo femenino conocido de Velázquez) y su lugar prominente en la colección. Al atacar esta obra maestra, Richardson garantizó la máxima visibilidad para su protesta.


En la España del Siglo de Oro, las representaciones de desnudos femeninos eran consideradas inmorales y contrarias a los valores de la Iglesia Católica. Velázquez habría corrido riesgos significativos al producir una obra como esta, lo que sugiere que fue creada para un círculo privado, posiblemente por encargo de un mecenas influyente que podía protegerlo de críticas. Influencia italiana: Velázquez viajó a Italia en dos ocasiones y quedó influido por los grandes maestros italianos, como Tiziano y Giorgione, que habían producido desnudos femeninos idealizados. La Venus del espejo parece inspirarse en esta tradición renacentista, especialmente en obras como Venus de Urbino de Tiziano.





Bibliografía: El Poder del Arte














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