Isla Ellis es un pequeño islote situado en el puerto de Nueva York, en la zona superior de la bahía próxima a Nueva Jersey_ Estados Unidos
Ellis ha tenido tantas denominaciones como funciones diversas a lo largo de su historia. Durante la Primera Guerra Mundial el flujo de entrada de población disminuyó notablemente. Es en este momento, además, que el recinto es utilizado a la vez como lugar de reclusión de aquellos extranjeros considerados como enemigos o sospechosos.
Un edificio de estilo beaux arts, que era la puerta de entrada hacia la llamada “Tierra de las Oportunidades”. Actualmente es el Museo de la Inmigración, entre los años 1892 y 1954 funcionaría como centro de procesamiento y admisión (o no) de inmigrantes más importante de su época. Doce millones de hombres, mujeres y niños cruzaron sus puertas, huyendo de la pobreza y la persecución en sus países de origen y en búsqueda de una vida más próspera.
Las exposiciones de este particular museo incluyen equipaje, fotos y artefactos que con la ayuda de la audioguía y el material audiovisual ayudan al visitante a sumergirse en la experiencia. Sus exhibiciones realizan un recorrido por la inmigración (europea en su mayoría) a los Estados Unidos.
Resaltando las causas históricas de estas oleadas migratorias y hablando de otros aspectos como el proceso que debían seguir los inmigrantes que arribaban aquí, el recibimiento una vez cruzadas las puertas y lo que les esperaba en su nueva vida al otro lado del océano.
Las estancias restauradas de el museo muestran cómo era la ajetreada vida de este punto fronterizo en pleno apogeo del éxodo europeo, salas de espera, de documentación, de revisiones médicas, habitaciones de confinamiento, ala hospitalaria e incluso las dos puertas, a ambos lados de la sala que significaban la admisión en América o la deportación.
Mirando las fotografías que se encuentran en la segunda planta, no dejo de pensar que se ha cambiado poco o nada en las formas y en las actitudes. Son las mismas miradas, los mismos niños y mujeres que podemos ver actualmente en cualquier lado del mundo que desgraciadamente tienen un conflicto en su país de origen.
Aproximadamente doce millones de personas llegaron a EEUU, como acabo de mencionar, por este que fue el mayor centro de inmigración del país. A un severo examen médico y un riguroso interrogatorio eran sometidos los inmigrantes que en su mayoría procedían de las clases más bajas europeas. Después de pasar por hospital militar y centro de detención de enemigos extranjeros, la estación de inmigración cerró las puertas en 1954.
Actualmente el centro de inmigración de Ellis Island, cuenta con más de treinta galerías independientes y dos teatros. Más de dos mil objetos que incluyen pasaportes, joyería, herramientas, artículos religiosos y vestimentas, se exhiben en el museo.
Para alejar los inconvenientes de la inmigración en la ciudad de Nueva York, se pensó en construir una serie de nuevos edificios en alguna de las islas situadas frente a Nueva York y a Jersey City. Esta isla era conocida por los indios como Kioshk, “Isla de Gaviotas”, luego fue llamada Isla de las Ostras Pequeñas por los holandeses. Los corsarios que ejecutaron supuestos delincuentes en la isla hacia 1760, la llamaron Gibbet Island, Isla de la Horca o del Patíbulo.
En cualquier caso da igual como se llamase, las fotografías hablaban por si solas. El hombre actualmente trata mucho peor a sus semejantes mientras más avanzamos en este siglo XXl. Os dejo mas fotografías, ya que me sobran las palabras para explicar como me sentía allí al ver unos rostros que con sus miradas. A través del tiempo te decían de todo.
Algunas fotografías eran de grandes tamaños, y así entrabas en este ambiente que vivían. Hoy cien millones de norteamericanos descienden de los que ingresaron al país por la Isla Ellis.
Para la mayoría de ellos fue suelo de esperanza y realizaciones, entre ellos ingresaron Misha Auer, Frank Capra, Charlie Chan, Claudette Colbert, Ronald Colman, Xavier Cugat, Jimmy Durante, Bob Hope, Bela Lugosi, Edgard G. Robinson, Igor Sikorsky, Eric Von Stronheim y Johnny Weissmuller. Para el medio millón que llegó y fue deportado a las puertas de su anhelo fue tierra de lágrimas y tristeza.
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