jueves, 1 de mayo de 2025

Alberobello un pequeño y encantador pueblo en la región de Puglia en el sur de Italia.



Alberobello es un pequeño y encantador pueblo en la región de Puglia (Apulia, en español), en el sur de Italia. Es famoso por sus “trulli”, unas casas tradicionales construidas con piedra seca y techos cónicos. Estas estructuras únicas le han valido a Alberobello el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1996.

Los trulli son construcciones tradicionales de piedra que se encuentran principalmente en la región de Puglia, siendo el pueblo de Alberobello el epicentro de esta arquitectura única. Lo que los hace inconfundibles es su techo cónico, hecho con losas de piedra caliza superpuestas sin utilizar mortero. 



Estas casas están construidas con una técnica ancestral conocida como “piedra seca” (muro a secco), que permite levantar muros resistentes simplemente encajando las piedras unas sobre otras. La estructura no solo es visualmente llamativa, sino también funcional: mantiene el interior fresco en verano y cálido en invierno, gracias al grosor de las paredes y al aislamiento natural de la piedra. Además, muchas de estas casas presentan en sus techos símbolos pintados con cal blanca, los cuales tienen significados religiosos, místicos o incluso astrológicos.



El origen de los trulli se remonta probablemente a épocas prehistóricas, aunque los que se conservan hoy en día datan, en su mayoría, de entre los siglos XIV y XVIII. La versión más aceptada de su origen moderno cuenta que durante el dominio del Reino de Nápoles, existía un impuesto sobre las casas permanentes. Para evitarlo, los campesinos construían estas viviendas sin mortero, lo que les permitía desmontarlas rápidamente si venían los inspectores reales. 



Así, los trulli se convirtieron en una solución legalmente ambigua, pero extremadamente ingeniosa, que mezclaba necesidad, habilidad y tradición. Su forma también responde a un conocimiento transmitido de generación en generación, sin arquitectos formales, lo que los convierte en un símbolo de la arquitectura vernácula y colectiva.



Aunque se pueden encontrar trulli dispersos por el valle de Itria y otras partes de Puglia, Alberobello es único por contar con barrios enteros construidos exclusivamente con estas casas, como Rione Monti y Aia Piccola. Allí, no solo se pueden ver trulli habitados, sino también convertidos en tiendas, iglesias, alojamientos turísticos y pequeños museos. Caminar por Alberobello es como pasear dentro de una postal antigua o un escenario de cuento de hadas. Este valor arquitectónico, histórico y cultural le valió a la ciudad el título de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, como acabo de mencionar y desde entonces ha sido uno de los destinos más emblemáticos del sur de Italia.




Están hechos con piedras calizas apiladas en seco, es decir, sin ningún tipo de cemento o mortero. Esta técnica viene de tiempos prehistóricos y ha perdurado por siglos. Con techos cónicos son lo más distintivo: tienen forma cónica y están cubiertos con losas de piedra. Muchas veces están decorados con símbolos misteriosos o religiosos pintados con cal blanca.








La estructura es genial para el clima mediterráneo: fresca en verano y cálida en invierno. Además, su construcción “en seco” permitía desmontarlos rápidamente en épocas pasadas para evadir impuestos sobre viviendas permanentes (según cuenta la leyenda).

Una de las teorías más populares dice que estas casas surgieron como un truco fiscal. En esa época, el Reino de Nápoles (al que pertenecía Puglia) imponía impuestos sobre las casas permanentes. Como los trulli estaban construidos sin mortero, se podían desmontar rápidamente cuando llegaban los inspectores del reino, y así evitaban pagar impuestos.








Dentro de Alberobello, el Trullo Sovrano es el trullo más grande y notable de todos. Construido a mediados del siglo XVIII, es único porque fue edificado en dos plantas, algo muy raro para este tipo de viviendas. Su nombre, “Sovrano” (soberano), refleja su tamaño majestuoso. Hoy en día funciona como museo y se puede visitar para ver cómo era la vida en un trullo en siglos pasados. Su interior está amueblado con objetos de época y ofrece una visión auténtica de la cultura campesina del sur de Italia. El Trullo Sovrano representa el punto culminante de esta tradición constructiva y es un lugar imprescindible para quien quiera sumergirse en la historia viva de Puglia.





Bibliografía: El Poder del Arte





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