lunes, 20 de mayo de 2024

Agustín Querol (1860-1909)


Agustín Querol (1860-1909) aparece mirando al espectador junto a su monumental obra "La Gloria y los Pegasos", de 1897, en su estudio en el Paseo del Cisne en Madrid _ España. Este conjunto escultórico alegórico, de tipo monumental, fue terminado en 1905, tres años antes de su muerte. Actualmente, existen dos versiones de esta obra en Madrid.



Sus obras eran abigarradas y con un gran efectismo. En su época, Querol consiguió una gran popularidad con numerosos encargos oficiales, lo que le permitió montar un enorme taller con decenas de ayudantes, entre los que se encontraban Coullaut Valera y Jacinto Higueras, según Gaya Nuño.

Querol fue un destacado escultor catalán, conocido por sus obras realistas y su habilidad para capturar la expresión y el detalle en sus esculturas. Algunas de sus obras más famosas incluyen "Desconsuelo" y el "Monumento a Colón" en Barcelona. Su legado sigue siendo importante en la historia del arte español y catalán.



Las obras de Agustín Querol se caracterizaban por un estilo realista, donde buscaba capturar la expresión y el detalle con gran precisión. Sus esculturas solían reflejar una gran sensibilidad emocional y un cuidado meticuloso en la representación de los sujetos. Además, Querol mostraba una habilidad notable para trabajar con diferentes materiales, como bronce y mármol, y para crear composiciones dinámicas y expresivas. Su estilo se puede clasificar dentro del realismo escultórico, destacando por su maestría técnica y su capacidad para transmitir emociones a través de sus obras.



Su historia da comienzo en el año 1879, cuando, bajo el reinado de Alfonso XII y el gobierno de Cánovas del Castillo, se decidió buscar una nueva sede para el Ministerio de Fomento, hoy el actual Ministerio de Agricultura. Se eligieron unos terrenos que entonces formaban parte del Real Jardín Botánico, para lo cual hubo que separar ambas fincas y se abrió una nueva calle por todos conocida: la calle o cuesta de Claudio Moyano.



La puerta principal, exquisitamente labrada en forja, es obra de la Casa Asins (Autores también de las bibliotecas del Senado y del Casino). A ambos lados de la puerta se instalaron dos majestuosas Cariátides, obra de José Alcoverro. Este escultor es autor también de las figuras sedentes de San Isidoro y de Alfonso X el Sabio, que se encuentran en las escalinatas de la Biblioteca Nacional.






Las esculturas que podemos ver hoy en día son una réplica en bronce hueco, realizadas, mediante la técnica del vaciado, por Juan de Ávalos y fueron instaladas en 1976. El grupo escultórico de Querol, la alegoría del Progreso y está formado por 3 partes exentas: La Gloria o victoria alada con las alegorías de la Ciencia y el Arte y a ambos lados, los Pegasos rodeados de figuras alegóricas.

La Gloria en su representación de Victoria Alada está concediendo los símbolos de triunfo, la palma y la corona de laurel, a las dos figuras femeninas alegóricas que la flanquean: la Ciencia, a la izquierda y el Arte, a la derecha.



Agustín Querol fue una figura notable en el ámbito artístico de su época, y como muchos artistas, estuvo inmerso en el contexto cultural y social de su tiempo. Su carrera coincidió con un período de importantes cambios en España, tanto en términos políticos como culturales.

Querol estuvo activo durante la época de la Restauración borbónica en España, un período caracterizado por el resurgimiento del nacionalismo español y el auge del modernismo en el arte y la literatura. Como escultor, Querol estuvo influenciado por estos cambios y contribuyó a dar forma a la identidad cultural de la España de finales del siglo XIX y principios del XX. Su vida y obra están intrínsecamente ligadas al contexto histórico y cultural en el que vivió.


Bibliografía : https://madridatravesdelobjetivo.blogspot.com/







viernes, 10 de mayo de 2024

"Ellas ilustran botánica"



"Ellas ilustran botánica" es una exposición que muestra hasta el día 18 de mayo en el Pabellón Villanueva del Jardín Botánico de Madrid_ España, muestra, el trabajo de mujeres ilustradoras científicas botánicas desde el siglo XVII hasta la actualidad, desvelando las relaciones entre arte, ciencia y género.

La muestra pone en valor la cantidad de mujeres que han estado implicadas en los procesos de difusión de la ciencia gracias a la presentación de más de doscientas reproducciones de obras botánicas en diferentes formatos como dibujos, grabados, fotografías, esculturas, pinturas y libros.




El estudio de estas imágenes constituye una interesante fuente de documentación para comprender cómo han ido evolucionado las técnicas de ilustración en paralelo a la historia de la ciencia, pero, sobre todo, cómo las mujeres se han ido introduciendo en el mundo científico a lo largo de la historia.




Muchas las mujeres que a lo largo de estos siglos han puesto su grano de arena en la botánica con su trabajo. Toya Legido puntualiza: “Comenzamos esta investigación con apenas una docena de nombres, pero, al ir adentrándonos en el frondoso bosque de la historia oculta del género, cada día iban creciendo más mujeres extraordinarias.






Mary Delany ( 1700-1788), fue una escritora de cartas y artista inglesa que destacó por su animada correspondencia, pero muy especialmente por sus ‘paper-mosaicks’, esos diminutos trozos de papel que coloreaba con delicadeza y con los que llegó a componer, durante una década y hasta sus 82 años, 1.000 collages botánicos de un belleza extraordinaria, una colección de ilustraciones botánicas también conocida como ‘Flora Delanica’.






Una de las pinturas que más admiro es la de Marianne North (1830-1890), pintora y viajera inglesa que se convirtió en una ciudadana del mundo. Nació el 24 de octubre de 1830 en la ciudad de Hastings, al sureste de Inglaterra. Tras el fallecimiento de su madre, cuando Marianne tenía alrededor de 25 años, comenzó a viajar acompañando a su padre, Frederick North, un rico terrateniente y parlamentario.


Durante su estancia en Europa y el Medio Oriente, Marianne tuvo la oportunidad de conocer a artistas botánicos, con quienes aprendió técnicas pictóricas. Su padre muere en 1870 y ella heredera su espíritu viajero. Impulsada por Charles Darwin, amigo de la familia, emprendió su más larga travesía. A partir de entonces, en solitario, su vista y pincel se dedicarían casi exclusivamente a observar y pintar la flora y fauna autóctonas de cada país y ciudad que visitaba.



La botánica como ciencia fue considerada en sus inicios como un ámbito exclusivamente masculino, mientras que el acceso de las mujeres a esta disciplina era impedido en algunos casos, perseguido en otros, y, como mínimo, pasaba desapercibido o era ignorado. A lo largo de la historia y durante siglos, la ilustración botánica femenina ha permanecido en un segundo plano, e incluso en completo anonimato, ya que hasta avanzado el siglo XVIII el papel asignado a las mujeres en cualquier ámbito relacionado con la botánica se limitaba al cuidado de las plantas.










Durante el siglo XIX, el estudio de la botánica comenzó a incluirse en los programas de enseñanza femenina, gracias a ser considerada una "scientia amabilis". Se destaca la labor de mujeres educadoras como Marianne North ,Sarah Ann Drake, Mary Delany o Elizabeth Twining, quienes fueron fundamentales para el aprendizaje y desarrollo de la ilustración y el estudio de las plantas.



Para finalizar el espectador puede disfrutar del trabajo de creadoras del siglo XXI. Jóvenes ilustradoras como Aina Bestard, Émilie Vast o Katie Scott, que se expresan con herramientas digitales y que se dedican mayoritariamente a divulgar la ciencia para todas las edades. Sus trayectorias son la prueba de que la ilustración botánica actual ocupa un lugar predominante en sectores como el editorial, el publicitario o el audiovisual.








Bibliografía : https://gacetinmadrid.com/
                     https://www.cristinaenea.eus/es

miércoles, 8 de mayo de 2024

Alegoría de la Virtud y el Vicio, obra del pintor italiano Paolo Veronese.(1528-1588)


Alegoría de la Virtud y el Vicio es una obra del pintor italiano Paolo Veronese (1528-1588), creada en el año 1580 y con dimensiones de 219 cm × 169,5 cm. Actualmente se encuentra en la Colección Frick de Nueva York_  Estados Unidos.


Veronese, cuyo nombre real era Paolo Caliari, fue un destacado pintor renacentista italiano Su estilo se caracteriza por su uso magistral del color, la composición dinámica y la exuberancia decorativa. Era conocido por sus grandes composiciones históricas y religiosas, así como por sus frescos decorativos en palacios y villas venecianas. 




Su paleta de colores era rica y vibrante, y utilizaba una técnica de pincelada suelta pero precisa. Sus figuras solían ser elegantes y llenas de movimiento, y sus obras transmitían una sensación de grandiosidad y teatralidad. 



La "Alegoría de la Virtud y el Vicio" de Veronese es una representación pictórica de conceptos abstractos como la virtud y el vicio, comunes en el arte del Renacimiento. En esta obra, Veronese utiliza la técnica de la alegoría para personificar estas ideas mediante figuras humanas y elementos simbólicos.






La figura de la Virtud suele estar representada por una mujer joven y radiante, a menudo vestida con ropas nobles y portando símbolos como la corona de laurel o una espada. Por otro lado, el Vicio se personifica como una figura más sombría y desaliñada, a menudo con expresión maliciosa y rodeada de elementos simbólicos asociados con el mal y la depravación. Esta alegoría no solo sirve como una representación visual de la lucha entre el bien y el mal, sino que también invita al espectador a reflexionar sobre la naturaleza de la virtud y el vicio en la sociedad humana.






Veronese también era conocido por su habilidad para representar la arquitectura y los espacios con gran detalle y realismo. Además de su talento técnico, Veronese también era un maestro en la narración visual, siendo capaz de contar historias complejas a través de sus pinturas. Su estilo decorativo y opulento reflejaba el gusto de la Venecia renacentista por el lujo y la ostentación. En resumen, Veronese fue un pintor renacentista italiano conocido por su uso magistral del color, la composición dinámica y la narrativa visual, y su estilo se caracteriza por su exuberancia decorativa y su habilidad para transmitir un sentido de grandiosidad y teatralidad en sus obras.








lunes, 6 de mayo de 2024

Vista del Foro Romano alrededor de 1870-1880 con las ruinas del Templo de Saturno

Vista del Foro Romano alrededor de 1870-1880 con las ruinas del Templo de Saturno en primer plano. Las ruinas del templo consisten en ocho columnas que sostienen un frontón parcial. A lo lejos se ven el campanario y el Coliseo. El camino detrás de las ruinas del templo está bordeado de árboles.




El templo de Saturno es un monumento dedicado a la deidad agrícola Saturno, que se erige en el extremo occidental del Foro Romano en Roma. Es uno de los templos romanos más antiguos construidos en el entorno del Foro, construido entre 501 y 498 a.C. Algunas fuentes lo atribuyen al rey Lucio Tarquinio el Soberbio, mientras que otras lo datan de los comienzos de la República romana.




Las seis columnas de la fachada, de trece metros de alto, llevan fustes lisos de 1,35 metros de diámetro en la base y de 11,65 metros de altura, hechos de granito gris egipcio de Mons Claudianus; las otras, a los lados, son de granito egipcio rosa. Los capiteles jónicos en mármol blanco de Tasos datan de una restauración durante la Antigüedad tardía. POPVLVSQVE ROMANVS | INCENDIO CONSVMPTVM RESTITVIT, lo que significa "el Senado y el Pueblo romano reconstruyeron [el templo] destruido por un incendio", probablemente haciendo referencia al incendio de Carino.




El Foro Romano está situado entre las colinas Capitolina y Palatina de Roma, Italia. Según la leyenda romana, fue el escenario de una batalla entre romanos y sabinos en la segunda mitad del siglo VIII a.C. Las excavaciones en el Forum Romanum han revelado la presencia de cementerios de la Edad de Hierro que estuvieron en uso desde el siglo XI a.C. hasta el siglo IX a.C.







La zona se rellenó con una importante cantidad de tierra y escombros para elevarla por encima del nivel de la crecida anual del río Tíber. A continuación, el lugar se pavimentó, a partir de finales del siglo VIII o principios del VII a.C. Con los primeros espacios rituales y templos como la Regia y el Templo de Vesta, el Foro se convirtió en el centro público de la ciudad, el lugar de sus actividades religiosas, políticas, comerciales y jurídicas más importantes. Poco a poco, a lo largo de los siglos, los comercios fueron desplazados a los extremos o a otros lugares, y la arquitectura se hizo más imponente y de función ceremonial.