"Mujer sentada tocando la espineta" obra de Johannes Vermeer, hacía 1675, con unas dimensiones 51,5 cm × 45,5 cm, en National Gallery, Londres _ Reino Unido.
"Mujer sentada tocando la espineta" es una de las obras tardías de Vermeer. Después de la perfección del arte de la pintura era difícil seguir progresando y Vermeer decidió cambiar de estilo buscando la estilización. Luces y sombra se ordenan de manera más rigurosa. Además para mostrar esa realidad más simplificada vuelve a cambiar de técnica. Abandona las transiciones progresivas de color y opta por la yuxtaposición de colores claros y oscuros.
Según los expertos de la historia del arte, la obra ha perdido la frescura, convirtiendo el sistema de distribución de los objetos en el espacio en un estereotipo. Aparece, además, un fondo con sombras de negro profundo. En este cuadro ya no es la luz la protagonista, cuando en sus obras anteriores el argumento del cuadro era, en realidad, «la penetración de la superficie de los objetos.
Mujer sentada tocando la espineta" obra de Johannes Vermeer |
A lo largo de su vida, Vermeer trabajó lentamente y con sumo cuidado usando colores brillantes, así como algunos caros pigmentos: como el azul intenso que destaca en algunas de sus obras. No hay dibujos que puedan atribuírsele exactamente a Vermeer y sus pinturas ofrecen pocas claves sobre métodos preliminares. No hay otro artista del siglo XVII que haya utilizado sus trabajos, en forma tan exuberante, el caro pigmento que manifiesta el tono lapislázuli o ultramarino natural.
Detalle de la obra de Verrmeer |
Vermeer no solo empleaba esta técnica en elementos de este tono; los colores terrosos y ocres debían ser entendidos como luz cálida, que reflejaba sus múltiples tonos en la pared. Este método fue inspirado muy probablemente por la comprensión que Vermeer tenía de las observaciones de Leonardo, donde manifestaba que la superficie de todo objeto compartía el color del objeto adyacente. Esto significa que ningún objeto es visto propiamente en su color natural puro.
Mujer sentada tocando la espineta en National Gallery de Londres |
La mayoría de las representaciones de mujeres en los cuadros de Vermeer están relacionadas con una narrativa en la que instrumentos musicales u objetos del hogar influyen en la percepción de la acción. Solo tres cuadros se desvían de forma importante de esta tónica y se pueden denominar retratos.
Es muy probable que las modelos, dadas las edades y aspectos de las representadas, las jóvenes mujeres que con una minuciosidad cariñosa pintara Johannes Vermeer, se trataran de sus propias hijas.
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