jueves, 30 de junio de 2022

El Monumento Natural de Ojo Guareña

El Monumento Natural de Ojo Guareña se encuentra en el norte de la provincia de Burgos _ España. Es un complejo kárstico, formado por más de 110 km de galerías, declarado Monumento Natural por el gobierno de Castilla y León en el año 1996.


Uno de los complejos subterráneos más importantes del mundo. También uno de los más fascinantes. Es, sin discusión, el mayor complejo kárstico y prehistórico de España, y uno de los seis mayores del mundo.





Estas cavidades, con 18 entradas descubiertas, albergan también 25 yacimientos arqueológicos con restos que van desde el Paleolítico a la Edad Media, y entre los que no faltan importantes conjuntos de pinturas y grabados rupestres, pero tampoco restos de cerámicas o armas. Amén de especies subacuáticas de invertebrados únicas en el mundo.



La ermita de San Bernabé está situada en la entrada principal del Complejo kárstico de Ojo Guareña y es parte de las cuevas. Se desconoce la fecha de su construcción, unos la sitúan entre los siglos VIII- IX, pero también se cree que es del siglo XIII. Comenzó estando dedicada a San Tirso. En el siglo XVIII reúne las dos advocaciones. Las reformas de acondicionamiento comienzan a mediados del siglo XVII.




Las bóvedas poseen pinturas, algunas deterioradas por las filtraciones del agua de las corrientes de la gran cueva cuenta. Las pinturas murales en la bóveda natural de los martirios son de San Tirso y San Bernabé que están datados entre los siglos XVIII y XIX. En el altar de encuentra una talla de San Tirso del siglo XIII. También hay frescos y un retablo. La ermita tiene sillar al exterior y es de nave única.




La pasión de san Tirso, mártir de origen oriental, pero cuyo culto se extendió por el norte de la península ibérica en la Edad Media. Es una serie exagerada de tormentos crueles que el mártir supera con displicencia, y, en su transcurso, acaba con tres jueces romanos, que mueren de forma horrible. Las pinturas, de estilo barroco popular, siguen la narración literaria de su pasión, seguramente en la versión de Alonso de Villegas, y constituyen un relato visual sorprendente.



Desde el año 1885 hasta 1924 la sede del Ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva se ubicó en el salón plenario junto a la entrada de la cueva. En la actualidad la Casa Consistorial se encuentra en la localidad de Cornejo.




Las señales más antiguas de presencia humana en el complejo de Ojo Guareña se encuentran en la cueva de Prado Vargas; después de una excavación se encontró industria lítica del Musteriense de hace 70 000 años. En la cueva Palomera se encuentran pintura rupestres, cuyas dataciones les asignan una edad de 10 000 años En la Sala de las huellas se encuentran pisadas de pies descalzos que realizan un recorrido de ida y vuelta; la datación por radiocarbono de dos fragmentos de antorcha dio como resultado una antigüedades de 15 600 y 3600 años, por lo que se deduce que esas cuevas fueron transitadas durante milenios.






Bibliografía : https://siempredepaso.es
                     www.españaescultura.es
                      https://porsolea.com/

martes, 28 de junio de 2022

ANTONI FABRES I COSTA. De la gloria al olvido.

 

“Los borrachos.Bacanal”) obra de Antonio Fabrés (1854–1938) del año 1896 y con unas dimensiones de 3;70 X 2,50. Actualmente se encuentra en Museo Nacional de Arte de México City _ México.


Fabrés nació en Barcelona. Se dice que tenía sangre de artista ya que su padre era delineante y su tío platero. En 1867 obtiene una medalla e ingresa en la Escuela Llotja de Barcelona donde estudió escultura. En 1875 recibió un premio por el que se fue pensionado en Roma, donde pronto dejó de realizar esculturas y consolidó su maestría en la pintura casi exclusivamente. Fabrés se unió a Mariano Fortuny con un grupo que se dio a conocer por su realismo intenso.




Su popularidad creció con el gusto de la burguesía buscando imágenes exóticas con temas orientales medievales. Fabrés volvió a Barcelona en 1886 y en 1894 se marchó a París. La popularidad que había ganado durante su década en Italia le ayudó a abrir un estudio grande donde podría crear escenas complejas para las clases altas. Su prestigio internacional aumentó, gracias al apoyo de su marchante Adolphe Goupil y los numerosos premios ganados.


En 1902 la Academia de San Carlos, de la capital mexicana, decidió renovar sus técnicas clásicas con las del realismo que eran entonces tan populares en Europa. Llamaron a Antonio Fabrés para dirigir el área de pintura de esta importante institución, sustituyendo a Santiago Rebull. 



Aunque algunos de sus estudiantes desarrollaron lo que fue conocido más tarde como el Movimiento Postrevolucionario en el arte mexicano, la Academia tuvo dificultad para adaptarse a su estilo duro y a su personalidad. El presidente de México, Porfirio Díaz, lo nombró Inspector General de Bellas Artes de México, cargo que ostentó hasta 1908. Una de sus últimas obras en México fue la decoración de un pasillo en la casa de Porfirio Díaz, donde principalmente se concentró en el estilo art nouveau. Debido a problemas con el director de la Academia, por su fama y personalidad,



Fabrés decidió regresar a Europa en 1907, dejando una gran gama de opiniones diversas en sus alumnos; sin embargo, también les legó un conocimiento maestro acerca del dibujo, una excelente capacidad para resolver composiciones pictóricas complejas, y una afición por lo exótico, armas que fueron decisivas para el nacimiento de la Escuela Mexicana y del muralismo.



Fabrés fue reconocido en todas partes donde viajó. Fue aclamado en Barcelona, Londres, París, Viena y Lyon. Al final de su vida fue tratado desafortunadamente cuando en 1926 decidió donar una gran cantidad de sus trabajos al Museo Municipal de Bellas Artes de Barcelona. A cambio de esta generosa donación pidió al Museo que a un pasillo le fuera dado su nombre, pero el museo nunca construyó aquel pasillo y aunque él protestara varias veces, nunca cumplieron lo prometido. Antonio Fabrés murió en Roma en 1938.










Bibliografía: https://onlinelicor.es/

viernes, 24 de junio de 2022

El robo de La Gioconda



Pocas horas después, el artista francés Louis Béroud, en una caminata inspiradora, notó que en el lugar donde solía estar el retrato La Gioconda (obra del pintor renacentista italiano Leonardo da Vinci, fue realizada entre los años 1503 a 1519 y con unas dimensiones de 77 × 53 cm), sólo se encontraban sus soportes, por lo que dio aviso a los guardias de seguridad quienes ignoraban el paradero de la obra, sin embargo, pensaban, que había sido trasladada a otra área del museo para ser fotografiada. Ocurrió un lunes, el 21 de agosto de 1911, un día en el que el museo estaba cerrado.


No fue sino hasta el martes cuando notaron el hurto. La policía empezó la investigación y el centro permaneció cerrado durante una semana en medio del escándalo.

"La Joconde" -como le llaman los franceses a la Mona Lisa- desapareció por más de dos años. Fue recuperada el 10 de diciembre de 1913, cuando Vincenzo Peruggia fue detenido en el momento en que iba a entregar la pintura a Alfredo Geri (al director de la Galleria degli Uffiz



Peruggia alegó que su intención era devolver la obra a su verdadera patria y que él sólo era víctima de un estafador. Los tribunales de justicia lo condenaron a un año y quince días de prisión, que luego redujeron a siete meses y nueve días. El gobierno y la diplomacia Italiana aceptaron devolver La Mona Lisa a Francia, pero con la condición de poder ser exhibida antes en algunas ciudades de dicho país como Florencia, Roma y Milán.


Fue hasta el 4 de enero de 1914 que la pintura volvió a su lugar en el Louvre bajo mucho mayores medidas de seguridad, pues ya no era una obra más, sino la celebridad del lugar. Algunas décadas después, iría de viaje de nuevo a los Estados Unidos de América y también a Japón, para regresar y establecerse definitivamente donde hoy puede observársele sonriente y tranquila, como si nunca se hubiera movido.



jueves, 23 de junio de 2022

La iglesia de San Jorge de Ledantes (Vega de Liébana)



La iglesia de San Jorge de Ledantes (Vega de Liébana), Santander, Cantabria _ España.  Es de origen tardomedieval. Propiedad de los duques del Infantado, fue reedificada en su práctica totalidad en el siglo XVI, de modo que del edificio original tan sólo se conservan restos de muros, los accesos y los canecillos de la cabecera. 



La relevancia de este templo viene dada por la existencia en su interior de unas pinturas murales de época renacentista que, al igual que en otras parroquias del interior de Cantabria (Escobedo de Camargo, Rubayo y Ojébar), imitan retablos pintados en el muro del presbiterio. Su descubrimiento puso de manifiesto que entre los siglos XII y XVI la pintura mural alcanzó un importante desarrollo en Cantabria hasta su paulatina desaparición a raíz de la aparición de los talleres retablistas. A la proliferación de retablos se unió la costumbre existente desde el siglo XVI de encalar los muros internos de las iglesias, ocultando las pinturas que otrora adornaba el muro frontal del presbiterio.



“ESTA CAPILLA SE HIZO AÑO 1553 ESTANDO JUAN JOSE DE VEGA MAYORDOMO E PINTOSE AÑO DE 1568, ANDRES DE LA FOUNTE, MAYORDOMO. EL SEÑOR PEDRO FERNDO CVRo”
A la luz de esta inscripción parece evidente que la construcción del presbiterio se concluyó en 1553 y que años después, en 1568, se realizaron las pinturas, ejecutadas con la técnica del fresco seco. El hecho de que se cite el nombre del mayordomo de la iglesia y no del pintor pone en evidencia la escasa importancia que se daba a esos artistas en región en ese momento, a diferencia de lo que ocurría en otros puntos del país donde el Renacimiento tuvo mayor arraigo.




Entre ambas pilastras se desarrolla la lucha entre San Jorge y el dragón en presencia de la princesa, inspirada en la Leyenda Áurea que escribió Lacopo de la Vorágine en el siglo XIII. Se trata de la escena más importante de este conjunto.

martes, 21 de junio de 2022

Alex Katz (New York,1927), pintor y escultor figurativo, es considerado uno de los precursores del arte pop. De familia hebrea, askenazi, su padre perdió la fábrica que poseía en Rusia, a manos de los soviets y emigró a los EE. UU. Ingresó en 1946 en la Cooper Union School of Art and Architecture. Su obra se caracteriza por sus composiciones planas, es conocido por sus siluetas o 'cut-outs', retratos pintados sobre madera recortada, que lleva realizando desde los años 60.



Los que generalmente identificamos con él (porque también ha pintado paisajes) son retratos en primer plano, óleos sobre lienzo, de grandes, muy grandes, dimensiones. El rostro ocupa buena parte del cuadro, los colores son planos y el fondo es neutro. Su simplicidad y falta de dramatismo resultan decepcionantes para quienes buscan en el arte la satisfacción de deshacer alguna clase de nudo.



Y, sin embargo, su monumentalidad y su franqueza resultan cautivadoras. Su cromatismo avasalla la representación, de modo que resultan una suerte de abstracción furtivamente figurativa. Y también, se desempeñan con una transparencia por la cual uno está tentado de creer que tal vez, en algún sentido, el mundo esté bien hecho.



Mucho más interesante es darse cuenta de cómo Alex Katz construyó un estilo de forma nada espontánea y sí muy deliberada, para ocupar un lugar propio y singular en la taracea de lenguajes artísticos que se traban en la segunda mitad del siglo XX.


El hecho de que su modelo haya sido fundamentalmente su segunda esposa, Ada del Moro, a la que ha dedicado más de 1000 obras, es una prueba de dónde reside el interés del artista. En definitiva, el resultado es que sus cuadros consisten en una sucesión de planos de color definidos, de colores suculentos o delicados, bellos en sí mismos. Figuras sin punto de vista ni iluminación, sobre un fondo muchas veces perfectamente abstracto.



Alex Katz construyó un estilo de forma nada espontánea y sí muy deliberada, para ocupar un lugar propio y singular

La mayoría de sus obras alcanzan entre tres y cuatro metros de ancho por más de dos de alto. Solemos asociar estas dimensiones al expresionismo abstracto americano, a los enormes lienzos de Barnett Newman y Jackson Pollock, pero esto es una simplificación.



Los grandes formatos ya habían aparecido en los Estados Unidos casi un siglo antes. Algunos de los paisajes panorámicos de Edwin Church y Albert Bierstadt compiten con ellos en tamaño (Church llegó a exponer sus cuadros en teatros, donde se entregaban prismáticos al público).



En los expresionistas influyeron de forma directa los murales de Diego Rivera (del que algunos fueron alumnos) y el mismo Guernica (3,49 m x 7,77 m), expuesto en el Museo de Reina Sofia de Madrid. Aún más: cuando Alex Katz visita por primera vez el Louvre, queda anonadado por las dimensiones de los cuadros de Veronés, Rubens y Jacques-Louis David (expresivamente, escribió: “Veronés era King Kong”).



Los críticos han elaborado varias teorías para explicar el sentido de pintar lienzos tan grandes: proporcionan la posibilidad de “entrar en el cuadro” (H. Rosenberg), dejan de ser un objeto para convertirse en una imagen, en un ente puramente visual (C. Greenberg) o, rizando el rizo, permiten que el artista sea quien habite el cuadro y se apropie de él, hasta convertirlo en una extensión de su cuerpo (Th. Hess y E. C. Gossen).


Su monumentalidad y su franqueza resultan cautivadoras. Su cromatismo avasalla la representación

No sé con cuál de estas interpretaciones estaría Katz de acuerdo, lo que sabemos es que, a finales la década de 1950, el pintor asumió que sus retratos, aunque eran de mayores dimensiones de lo habitual, nunca podrían competir con las grandes creaciones abstractas.




Y decidió hacer “pintura figurativa a la escala de los expresionistas abstractos, o sea, a gran escala. Nadie había hecho algo así, era algo emocionante”.

Pero junto a este impulso, confluyó otro, según contó el propio Katz, y fue el de hacer una pintura que pudiera competir en el espacio público, una pintura inspirada en las vallas publicitarias.


Sin embargo, pintar retratos en grandes dimensiones constituye sólo la mitad del secreto de su obra y, a mi modo de ver, la más obvia. La otra es rechazar el objetivo clásico del retrato, que era captar la psicología del sujeto. Katz es, por su parte, plenamente moderno, en el sentido de Matisse o Cézanne: aunque las caras se parezcan a sus modelos, su interés es la pintura, no la personalidad.



En ocasiones, en busca de composiciones más dinámicas, Katz realiza retratos de grupo en los que casi se puede escuchar la conversación. En otras, una misma figura se repite en distintas posturas, como en una viñeta (de este tipo son algunos de los más recientes, de 2016).

Podemos detectar, en efecto, otros puntos en común con artistas del pop, desde Lichtestein a Warhol o Hockney. la gramática de la pintura más allá del significado de las formas. Así, la vegetación ocupa la totalidad del lienzo, sin permitir que se configure un paisaje.



El neoyorkino Alex Katz, de 94 años, el artista pop vivo más cotizado, vino la semana pasada a revisar e inaugurar su gran exposición en el Museo Thyssen-Bornemisza, su primera retrospectiva en España. Las 40 obras La mayoría de grandísimo formato que componen esta muestra son una irresistible y refrescante propuesta cultural para el tórrido verano de Madrid. Hemos hablado con el artista y elegido nuestros hitos de la exposición.









Biblografía : https://www.elespanol.com/el-cultural/arte
                     

martes, 14 de junio de 2022

Germán Hernández Amores

 


"Sócrates reprendiendo a Alcibíades en casa de una cortesana" obra de Germán Hernández Amores (1823-1894) del año 1857 y con unas dimensiones de 278 x 226 cm. Se encuentra en el Museo del Prado( No expuesto), en Madrid _ España.



Pintor murciano, inició sus estudios en la Sociedad Económica de Amigos del País, siendo discípulo de Santiago Baglieto, entro más tarde en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, siendo alumno de Federico de Madrazo. Para pagarse los estudios trabajó como ilustrador de libros hasta que, en 1849, la protección del ministro Luis González Bravo le permite trasladarse a París, donde asiste al taller del pintor Gleyre durante un año.



Allí asimila el estilo de David e Ingres, tal y como se aprecia en “Sócrates reprendiendo a Alcibíades en casa de una cortesana”. De regreso a Madrid, obtiene la pensión para la Academia de Roma, en la que permanece cuatro años. Fundamental en su evolución posterior será su contacto durante este período con los pintores alemanes conocidos como el grupo de los Nazarenos, quienes lo alejan del clasicismo de su obra anterior. A su regreso, en 1854, es nombrado profesor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Posteriormente pasa a la Escuela de Artes y Oficios como director. Desde 1858, lo encontramos participando en las Exposiciones Nacionales. Su concurrencia será constante hasta 1892, dos años antes de su muerte.


Cultivó el género histórico y el religioso, en los que extendió su interés al campo del Antiguo Testamento y la mitología clásica. Con todo, el campo religioso tuvo también en Hernández Amores un cultivador al modo tradicional, tal y como lo prueba el “Calvario” que pintó para la iglesia madrileña de San Francisco el Grande, en cuya capilla del Sepulcro se encuentra. La pintura histórica tuvo en él una extensión hacia la pintura de temas literarios, tan del gusto del Romanticismo. 


La obra es la más importante entre las que el artista realizó en Roma donde estuvo con pensión extraordinaria entre 1853 y 1858. En él se manifiesta la dependencia del asunto respecto del motivo clásico de la Juventud o Hércules entre la Virtud y el Vicio, sustituyéndose la habitual alegoría femenina de aquélla por la figura de Sócrates, que pasa de sujetar el brazo de Alcibíades en el boceto a interpelarle con ademán más didascálico que admonitorio en el cuadro definitivo, en lo que expresa la autoridad moral de Sócrates sobre el licencioso joven, tal y como la describe Plutarco en su Alcibíades.


Su contención es patente en el equilibrio de la composición, el orden de planos paralelos al espectador, la corrección del dibujo y la suavidad, algo mortecina del colorido. La fidelidad casi arqueológica al pasado en tipos y detalles, que celebraron los críticos españoles, era un aspecto primordial en esta pintura, que se manifiesta aquí, ante todo, en los tipos.



También tratan de ser veraces los detalles del mobiliario y de la ornamentación. En este Eros de inspiración praxitélica que preside la estancia de la lujosa casa deriva de la iconografía del Apolo Lacchaeus, al que el pintor agrega el arco y la venda, amén de la inscripción epigráfica.


El interior no es el de una casa griega, sino más bien romana antigua, como las que el propio artista había podido ver en Pompeya, si bien los motivos de grecas y palmetas y el orden dórico del patio hacen también referencia, en un sentido amplio, al mundo helénico.

Bibliografía : https://www.murciaturistica.es
                     https://www.museodelprado.es



viernes, 10 de junio de 2022

John Maler Collier y George Bernard Shaw

John Maler Collier ( 1850 - 1934) con su obra del premio Nobel George Bernard Shaw en el año 1927 en Londres. Hijo de un juez de estilo prerrafaelita, uno de los retratistas más destacados de su generación. Inició sus estudios de pintura en Londres con Edward Poynter, trasladándose después a París para continuar su formación con Jean-Paul Laurens. Como especialista en retratos tendrá a Millais como maestro, aunque sus trabajos sean algo más teatrales. También se interesará por asuntos de la vida cotidiana, sintiéndose atraído por las tragedias de la vida moderna, llegándose estas obras a denominar "cuadros de problemas". Con esta temática conseguirá alcanzar la fama, enviando sus obras a la Royal Academy desde 1870 hasta el final de su vida.




Fue uno de los 24 fundadores de la Royal Society of Portrait Painters (Sociedad Real de Retratistas), de la que llegó a ser Vicepresidente. Triunfó ya en vida, exponiendo sus obras en la Royal Academy y en la Sociedad Real de Retratistas, así como en distintas Galerías de Arte de toda Inglaterra y del extranjero. En 1920 le fue concedida la Orden del Imperio Británico.




De sus obras se ha alabado sobre todo, la solemnidad de sus personajes, el uso fuerte, sorprendente y casi excesivo del color, junto con la invisibilidad de sus pinceladas. Dieciséis de sus pinturas forman parte de las colección de la «National Portrait Gallery» de Londres, dos de ellas se pueden ver en la Tate Gallery, y un autorretrato de 1907, en la Galeria de los Uffizi de Florencia.


George Bernard Shaw'' 1927
National Gallery of Ireland 



Shaw, descubrió su pasión por la escritura creativa, decide publicar novelas por entregas. Inicialmente, este trabajo resulta en baja demanda y, por ende, bajos ingresos, que lo obligan a vivir en penuria. 


El rumbo de la literatura irlandesa cambió con el impacto que tuvo el trabajo del autor George Bernard Shaw.

Destacó tanto en el mundo de la escritura teatral como en el periodismo, convirtiéndose en una de las figuras más destacadas en Europa para la época.



Nace en 1856 en la ciudad de Dublín, en una familia burguesa y protestante. Obtuvo su primer trabajo con tan solo dieciséis años de edad, cuando aún no había finalizado su educación. Esta es la razón por la que sus últimos años de aprendizaje fueron de manera autodidacta.


Es justo este balance entre jocosidad y severidad lo que atrajo a una gran audiencia a las obras de Shaw. En 1923, obtuvo el Premio Nobel de Literatura por la belleza poética infundida entre la sátira de sus obras teatrales.

Un aspecto curioso es que la mayor parte de su público estaba formado justo por la clase media que criticaba el autor con sus producciones.









Bibliografía : https://trianarts.com
                     https://libreando.club

jueves, 9 de junio de 2022

La Iglesia de Orsanmichele en Florencia

La Iglesia de Orsanmichele, el arquitecto Arnolfo di Cambio construyó en 1290 una logia para el mercado de semillas de cereales. se encuentra en pleno centro, entre la Plaza de la Signoria y el Duomo en Florencia _ Italia.



En dialecto toscano quiere decir "Huerto de San Miguel", ya fue construida sobre el terreno donde se encontraba el huerto del desaparecido monasterio, surgió en el Siglo XIII, para el mercado del trigo, construida justo sobre el antiguo pequeño oratorio San Michele in Orto, y más tarde volvió a ser un lugar de culto, gracias a la generosidad de las Artes, los gremios florentinos , que entre los siglos XIV y XVI adornaron la iglesia con esculturas y pinturas de altísimo nivel. Hoy en día también alberga un Museo donde se pueden admirar las obras escultóricas que han sido trasladadas de las fachadas exteriores al interior para conservarlas mejor.



El exterior de la iglesia de Orsanmichele es tan interesante como  el interior. Las fachadas contenían 14 nichos externos que estaban llenos de esculturas entre 1399 y 1430. De hecho, fue la ciudad de Florencia la que pidió a los gremios que encargaran estatuas de sus santos patrones para adornar las fachadas de la iglesia.



Las 14 estatuas fuera de la Iglesia de Orsanmichele representan a los santos patrones que protegen a los diferentes gremios, que fueron: los Médicos y Boticarios (Medici e Speziali), los Trabajadores de la Madera y la Piedra, los tejedores de lino y los vendedores ambulantes y  los Zapateros, los Comerciantes.




También estaban los Herradores, los Peleteros, los Carniceros, los acabadores de tela y los Comerciantes en ropa extranjera, etc ...




Los tres gremios más ricos se dieron cuenta de sus estatuas de bronce, que en ese momento costaban aproximadamente diez veces la cantidad de piedra .Los trabajaron por tanto, en diferentes momentos, casi todos los grandes del arte del siglo XV, entre otros Donatello, Brunelleschi, Verrocchio y Ghiberti, pero no faltan tampoco algunos importantes escultores del siglo siguiente, como Baccio da Montelupo y Juan de Bolonia.


Las estatuas de Orsanmichele son un vestigio de la devoción y orgullo de los comerciantes florentinos. Hoy en día, todas las esculturas han sido retiradas y reemplazadas por réplicas para su protección. Los originales se encuentran principalmente en el museo de Orsanmichele, que ocupa el piso superior de la iglesia. Dos trabajos de Donatello se encuentran en otros museos de Florencia, el Bargello y la Basílica de Santa Cruz.







Bibliografía : https://freetourflorence.com