El momento del descubrimiento de la estatua de mármol del dios Serapis en el año 2000 en la bahía de Abukir a 6,5 kilómetros de la costa egipcia, (la ciudad de Tonis-Heracleion), sumergido de Canopo _ Egipto. El hallazgo fue por el arqueólogo submarino francés Franck Goddio (1947), uno de sus mayores logros. Actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Alejandria, Ciudad de Alejandria.
Gracias a sus descubrimientos, ahora se sabe que el antiguo puerto de Alejandría ocupaba unas 600 hectáreas; que la ciudad de Heraclion, descubierta a 7 kilómetros de la actual costa, tenía más de un kilómetro cuadrado de área; y que la parte Este sumergida de Canopo ocupaba 25 hectáreas.
Tras catorce años de ensayos electrónicos y exploración arqueológica submarina, el contorno del famoso Portus Magnus y los lugares de los principales monumentos han quedado claramente establecidos.
La cabeza de Serapis proviene de una estatua colosal de mas de 4 metros de altura. Se cree que la estatua se originó en el templo de Serapis, un enorme santuario de 101 metros por 78 metros.
En tiempos antiguos, Serapis era originalmente un dios menor de una aldea del que muy pocos habían oído hablar. Como sea, cuando Ptolomeo tomó el poder en Egipto, decidió buscar un nuevo dios supremo para Egipto y encontró la estatua de Serapis. Ptolomeo hizo que sacerdotes griegos y egipcios realizaran rituales y encantamientos para hacer a Serapis el nuevo dios supremo de Egipto, lo que lo hizo increiblemente poderoso.
Mientras más gente creía en él, Serapis se creció más fuerte, agotando y remplazando a otros dioses. Serapis derrocó a Osiris, Zeus y Hades, eventualmente tomó el control del Inframundo. Al hacerlo, Serapis transformó a Cerbero en un báculo que le permitía controlar el pasado, el presente y el futuro. Ató a Isis, forzándola a servirlo y a ser su reina. De cualquier forma, convertir a Serapis en un dios mayor no fue suficiente para Ptolomeo, y él intentó convertirse a sí mismo en un dios, pero esto fracasó, maldiciendo a su familia.
Bajo las aguas, encontraron antiguos yacimientos de Alejandría, Heraclion y Canopo, perdidos bajo el mar como consecuencia de una una combinación de fenómenos naturales.
Tras catorce años de ensayos electrónicos y exploración arqueológica submarina, el contorno del famoso Portus Magnus y los lugares de los principales monumentos han quedado claramente establecidos.