"Alegoría de la Fe" obra de pintor holandés Johannes Vermeer, fue realizada entre los años 1670 a 1672 y con unas dimensiones de 114.3 x 88.4 cm. Actualmente se encuentra en la Colección Metropolitan Museum of Art de Nueva York _ Estados Unidos.
Los pocos datos acerca de la vida de Vermeer han hecho que en su producción se combine el rigor histórico con la leyenda, ni siquiera su producción artística resulta lo suficientemente extensa -tan solo se han podido hallar unas treinta y seis obras firmadas por el autor para que arrojen datos fehacientes acerca de su personalidad artística.
La pintura que analizamos en esta ocasión, es muy parecida a las demás en cuanto a que su protagonista en una dama y se desarrolla en el mismo interior que el resto de sus composiciones, sin embargo en esta ocasión nos encontramos ante una pintura alegórica que lleva por título La alegoría de la fe, según los expertos en arte ésta habría de ser la segunda alegoría que pintaba el artista barroco, la primera de ellas dataría de 1666 y llevaría por nombre El arte de la pintura.
Algunos expertos barajan la hipótesis de que pudo ser la orden jesuita quienes encargasen la pieza al maestro de Delft no obstante parece que esta hipótesis ha quedado descartada en los últimos tiempos ya que la estética jesuítica era mucho más recargada que la pintura de Vermeer.
Junto a la silla de primer plano observamos una serpiente sobre la que ha caído una piedra angular, apreciándose junto a ella una manzana, símbolo del pecado. En el techo se dispone un globo de cristal, inspirado en un libro de emblemas publicado en Amberes en 1636 por el padre Willem Hesius titulado "Emblemata Sacra de Fide, Spe, Charitate". Esta esfera de cristal que cuelga del techo se interpreta como un símbolo del entendimiento humano. Los especialistas consideran que la figura femenina es una clara representación de la Fe, siguiendo la "Iconología" de Cesare Ripa.
Johannes Vermeer fue un precursor en la pintura en relación a los principios de la composición. Empleó una división equilibrada de superficies, con las que también expresaba estructuras y situaciones complejas de forma sencilla y con pocos elementos. La geometría tenía un papel importante en la composición. Vermeer empleaba la luz de manera que casi llegaba a dar la impresión de que pintaba al aire libre. Además, no empleaba tonos grises para representar sombras. Vermeer se destacaba en la restitución de la luz, de la textura, de la perspectiva y de los colores trasparentes.
Fue el segundo y último hijo de un matrimonio de clase media que regentaba una posada. El padre, además, era fabricante de caffa, una especie de satén, y poseía autorización para comprar y vender cuadros. El joven Johannes optó por la pintura y, como estipulaban las leyes comerciales holandesas, tuvo que superar un período de aprendizaje de seis años en el taller de algún maestro. Cumplidos los 21, fue admitido en el gremio de San Lucas, el de los pintores y artesanos, y pudo firmar sus obras.
Bibliografía : https://arte.laguia2000.com