jueves, 26 de noviembre de 2020

"El Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga" de Gisbert Pérez

"El Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga" obra de Antonio Gisbert Pérez (1834-1901) realizada entre los años 1887 y 1888 y con unas dimensiones de 390 × 601 cm. Actualmente se conserva en el Museo del Prado de Madrid_ España.


Desde muy joven mostró su afición por la pintura. A los catorce años se trasladó a Madrid para buscar fortuna. Su vida se divide en dos fases claramente diferenciadas: la primera de ellas se refiere al período en que vivió en Madrid y como pensionado en Roma, y la segunda corresponde a su estancia en París.



Durante su presencia en Madrid fue alumno de la Academia de San Fernando (1846) donde trabajó a las órdenes de José de Madrazo y Agudo. En 1854 hizo oposición para obtener una plaza de pensionado en Roma y obtuvo el segundo lugar, se presentó un año más tarde y consiguió por fin dicha plaza.

Autorretrato 

Gisbert representa una tendencia pictórica de la segunda mitad del siglo XIX, la pintura de grandes acontecimientos en relación con la historia de cada país. Es la «pintura de historia» o «realismo retrospectivo», pues pretende representar con realismo hechos del pasado histórico nacional.


En 1873 Antonio Gisbert deja la dirección del Prado y se instala en Paris, allí, lejos de seguir la corriente impresionista en auge, pinta cuadros amables y sin seguir ninguna corriente al uso.

En 1888, un Gisbert ya maduro (57 años) recibe el encargo de pintar la que es sin duda considerada su mejor obra, , “El fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en la playa de Málaga”.


Torrijos, un general liberal que pretendió montar un levantamiento contra Fernando VII, es traicionado, haciéndole navegar desde Gibraltar hacia Málaga donde le prometen que las tropas de la ciudad se unirán a su causa, durante el viaje su barco es abordado por barcos de guerra y obligados a desembarcar en Fuengirola donde son hechos prisioneros el día 01 de Diciembre de 1831, el día 11 Torrijos y 48 compañeros fueron fusilados, sin ningún tipo de juicio, en la playa de San Andrés de Málaga.



Lo curioso es que Torrijos era un liberal y Gisbert también y fue encargado de este trabajo mientras vivía y trabajaba en Paris en 1888, durante la Regencia de María Cristina, por el también liberal Praxedes Mateo Sagasta.



¿Qué había ocurrido con este humanista que había alcanzado el grado de general con tan sólo 23 años? ¿Por qué se disputaban sus habilidades como estratega Wellington y Suchet? Todos querían “ficharlo” y nadie quería tenerlo como enemigo, habida cuenta de que sus portentosas habilidades en el campo de batalla conducían a sus adversarios a severas derrotas.



Torrijos era irreductible e incorregible. Vía París y Marsella, se dirigió hacia Gibraltar para desde allá volver a la carga. La idea era desembarcar en algún lugar de la costa sur de España y sincronizar un levantamiento en otros lugares del país. En una zafia maniobra orquestada por la inteligencia militar del capitán general de Andalucía, utilizarían al gobernador de Málaga al que impulsarían a mantener una correspondencia artificial con objeto de atraerle hacia una emboscada mortal por necesidad, como así fue.


La obra es de una composición sencilla pero efectista y realizada con un dibujo crudo y firme que se ajusta a los más puros cánones académicos. El encuadre se muestra casi como el de una fotografía, una instantánea captada en el momento, como demuestra el hecho de dejar fuera del marco a algunos de los cuerpos caídos. Los colores, fríos y apagados, transmiten sensación de tristeza tanto por lo desapacible del día como por los luctuosos sucesos que están a punto de suceder.

Destacable es también la maestría de Gisbert para plasmar en los rostros y gestos de los condenados todo tipo de emociones diferentes. Resignación, miedo, valentía, desafío... se reconocen perfectamente en las expresiones de los hombres que están a punto de ser ejecutados.








Bibliografía : https://www.elconfidencial.com
                     https://blogdeculturilla.com

miércoles, 25 de noviembre de 2020


Harald Slott-Møller (1864-1937) pertenece a la generación de artistas daneses que recibió educación artística en los años 1880, mientras el naturalismo estaba en su apogeo en Dinamarca y que participó en el cambio al simbolismo alrededor de 1890. Pero, a diferencia de sus coetáneos, Slott-Møller mantuvo toda la vida su forma de expresión simbolista y en busca de estilo.


Slott-Møller recibió enseñanza en la Academia de Arte en Copenhague de 1881 a 1883, pero al igual que varios compañeros de estudio abandonó la Academia debido a su insatisfacción con la enseñanza; fue, de 1883 a 1886, alumno de Krøyer en la Escuela Libre de Estudios para Artistas. Su primer trabajo se ubica en la tradición realista, aunque se puede detectar la huella del primer impulso para un contenido simbólico.
 


 

En este período estrechó amistad con el crítico literario Georg Brandes. Sin embargo, durante un viaje a Italia de 1888 a 1889 en compañia de su esposa, la pintora Agnes Slott-Møller, puso atención en el arte pictórico del renacimiento italiano temprano y, a su regreso a Dinamarca su arte adquirió un contenido simbolista y una configuración decorativa y estilizada. En 1890 le fueron rechazadas dos de sus pinturas en la exposición de la Academia en Charlottenborg; al año después se encontraba entre los tomadores de la iniciativa para la Exposición Libre.




Trabajó en la fábrica de loza Aluminia 1902-1906, diseñando varios artículos notables junto con Christian Joachim. Como resultado, Slott-Møller obtuvo un amplio reconocimiento como uno de los principales artesanos de principios de siglo. 


Aunque continuó pintando, las opiniones sobre su trabajo fueron cada vez menos favorables, en parte por motivos artísticos, pero también como resultado de su actitud hacia el público. En 1919, se convirtió en un caballero de Dannebrog. Fue miembro fundador de Den Frie Udstilling.






Bibliografía : https://www.uv.es/

martes, 24 de noviembre de 2020

El pórtico La iglesia de Santa María de los Reyes de Laguardia, en la provincia de Álava _ España.

El pórtico La iglesia de Santa María de los Reyes se encuentra en la localidad española de Laguardia, en la provincia de Álava _ España.
 
Realizada en piedra, está formada por un arco gótico muy apuntado que forma cinco arquivoltas, todas ellas ricamente decoradas.



El tímpano está dividido en tres fajas horizontales rícamente decorados con relieves continuos que representan escenas relacionadas con la vida de Jesús y de la Virgen: Anunciación, Visitación, Adoración de la Magos, Dormición de la Virgen, etc.


Hay que destacar la policromía que cubre las imágenes de la portada y que se encuentra en estado óptimo de conservación, debido a que ha estado protegida de las inclemencias del tiempo. La policromía fue aplicada con posterioridad a la realización de la portada, siendo ésta realizada entre 1696 y 1700.


La imagen de fina talla y muy bien ejecutada de pie, sosteniendo en su brazo izquierdo la figura del Niño y moviéndo ligeramente la cabeza hacia él, en un amago de crear una escena maternal, en la cual Madre e Hijo están conversando normalmente. La figura de la Virgen crea una pequeña contorsión, encima de la cintura con el fin de poder contrarrestar el peso del Niño y de esta forma la figura aparece equilibrada y compensada.


Su construcción, en piedra tallada, corresponde a fines del siglo XIV, aunque su policromía es del siglo XVII. En esta decoración alternan las figuras humanas (vírgenes, profetas, mártires, reyes y ángeles) con motivos vegetales. La primera arquivolta está decorada con ángeles que tañen instrumentos musicales a modo de acompañamiento de las escenas que componen el tímpano, principalmente la última escena, justamente debajo de la clave del arco.



Todas las figuras se encuentran de pie y cubiertas por un bello doselete que a su vez sirve de apoyo a la figura que se encuentra encima de ella. Los doseletes están decorados con finos gabletes y decoración calada.


Las jambas que caen en derrama y forman el abocinamiento están ocupadas por seis apóstoles cuyas imágenes algo mayores que el tamaño natural, son de una talla muy delicada y perfecta como si de una estilización espiritual se tratase.


La postura que presentan es frontal aunque algunos ladean ligeramente la cabeza en afán de adquirir posiciones más naturales. Las túnicas que cubren los cuerpos tienen unos plegados muy naturales y esta naturalidad se acrecienta por los rasgos físicos de sus rostros, barbados casi todos ellos de una forma real, mientras que los peinados se adaptan prefectamente.
 

A sus lados se abre una doble puerta cerrada con arcos trilobulados escarzanos, decorados en la enjutas y calados entre los lóbulos. Estos arcos sirven de base al tímpano que cierra la portada y completa el conjunto.


El pórtico que hace famosa la iglesia, en el siglo XVl se llevó a cabo una reforma que consistió en la demolición de la cabecera de tres ábsides hasta el crucero y la reconstrucción posterior en estilo renacentista con reminiscencias goticistas. También se construyó la sacristía en estilo plenamente renacentista y el pórtico que cubre la portada principal sur.​ 


La iglesia fue declarada monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico. Laguardia es considerada una de las “Ciudades más Bonitas de España”, ese pedacito de España tan famoso por su arte y cultura.




Bibliografía : https://www.laguardia-alava.com

viernes, 13 de noviembre de 2020

Martín Rico y Ortega


"Lavanderas de La Varenne", obra del pintor madrileño Martín Rico y Ortega del año 1865 y con unas dimensiones de 160cm x 65 cm. Actualmente se encuentra en el museo del Prado Madrid _ España.


Se trata sin duda de la obra más importante, ambiciosa y de mayor calidad de cuantas realizó Rico a mediados de la década de 1860. Las amplias dimensiones del lienzo y el gran número de estudios que el artista preparó dan idea de la ambición con que lo afrontó. Lo comenzó durante su estancia, en el verano de 1864, en La Varenne Saint-Hilaire (actualmente unido a Saint-Maur), frente a la localidad de Chennevières-sur-Marne.



Martín Rico y Ortega nació en El Escorial, Madrid en 1833 en el seno de una familia de artistas, de hecho inició su aprendizaje en el área artística junto a su hermano Bernardo que era grabador en el taller de su tío Calixto Ortega colaborando en tareas de grabado.


Pronto se matricula en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando donde recibió clases de Pérez-Villaamil, el más famoso paisajista de la época.

En 1854 Martín Rico se dedica a viajar por Europa y conocer a los más importantes núcleos artísticos del momento, aprovecha la ocasión para visitar Francia, Suiza, Inglaterra, Italia entre otros, finalmente en 1862 consigue una beca para estudiar en París, allí entra en contacto con la Escuela de Barbizón y conoce y traba amistad con Camille Pisarro.


Desde allí hace frecuentes viajes a Italia, Suiza y Austria, pero siempre vuelve a Paris, hasta 1870 en que la guerra franco-prusiana le obliga a volver a España y se sabe que vive en Granada junto a Mariano Fortuny a quien había conocido en Paris y allí pinta algunos cuadros, viaja a Sevilla y a Toledo.


Al enterar en la Sala 063A, te encuentras sus obras. En el cuaderno citado abundan los estudios preparatorios para esta obra. El esfuerzo del artista por presentar en el primer término de la composición a quince lavanderas, todas, salvo una, dispuestas en la orilla del río, le llevó a estudiar con minuciosidad las figuras. 


En el comienzo mismo del cuaderno hay dos, completamente de espaldas, en las que analizó con exactitud la postura inclinada, que lleva a disminuir el tamaño de la cabeza, oculta casi entre los hombros, y a revelar, por el contrario, el volumen del cuerpo. Pasó enseguida a estudiar las figuras de tres cuartos, situadas en el grupo de la izquierda, en dibujos de trazo más acentuado. 


Por fin, abordó las agrupaciones mismas de los cuerpos, incluyendo los capazos para los niños, dos de los cuales aparecen colocados, en el cuadro definitivo, en el centro mismo de la composición. Además, Rico realizó no menos de tres estudios al óleo en los que, como ocurre igualmente en los dibujos, consideró también las posturas de frente, como figuran en dos de ellos. Sin embargo, acabó prefiriendo la de espaldas, mucho más plástica y ceñida, según puede deducirse de la comparación con el tercer estudio al óleo, en el que aparecen las figuras en la misma disposición que finalmente tendrían.


Esta, en efecto, es un verdadero acierto que solo un juicio superficial pudo considerar monótona. Los estudios son sintéticos, pero analizan con detalle las posturas y los tonos de las mujeres, que apenas presentan variaciones en el cuadro definitivo. Además, indagan en los efectos de la ropa blanca tendida en la hierba y de las espumas producidas en la orilla sobre el verde azulado del río.



En 1878 recibe la Legión de Honor que Francia le otorga por los meritos contraídos en el desarrollo del arte de ese país, pero rápidamente vuelve a Venecia, donde pinta incasablemente cuadros que van mayoritariamente al mercado norteamericano.


Quizás Martín Rico sea el más internacional de nuestros pintores de la época, la gran mayoría de sus obras están en colecciones particulares en el extranjero.En 1908 muere en Venecia y allí está enterrado.








Bibliografía : https://www.museodelprado.es/

                     https://blogdeculturilla.com/

miércoles, 11 de noviembre de 2020

Una sinfonía de curvas de Geoffrey Preston


Geoffrey Preston es uno de los principales escultores arquitectónicos del Reino Unido. Estudió escultura en Hornsey College of Art y se formó como cantero y tallador. Estuvo al frente de muchos proyectos importantes, incluida la restauración pionera de la yesería modelada a mano del siglo XVIII en Uppark House, después del incendio.


En el año 2000, Geoffrey se mudó a Devon y estableció su taller para crear esculturas y yeserías decorativas distintivas, originales y bellamente elaboradas. El taller está a menos de tres millas a las afueras de Exeter, rodeado por las verdes colinas de la finca Perridge. Geoffrey y su esposa Jenny Lawrence dirigen el taller juntos, asistidos por la escultora Kate Montagne y un pequeño equipo de expertos autónomos.


La escultura arquitectónica es el uso de técnicas escultóricas por un arquitecto y / o escultor en el diseño de un edificio. La escultura suele estar integrada con la estructura, pero las obras independientes que forman parte del diseño original también se consideran esculturas arquitectónicas. 



Gran parte de su trabajo se modela primero en arcilla, luego se toma un molde de silicona y se usa para hacer un molde en yeso. También trabaja en estuco, una técnica que tuvo su auge en el siglo XVIII y que ahora se usa muy poco. Con este medio no hay moldeo ni fundición: la pieza terminada se modela directamente en el material y, por lo tanto, es completamente única.


El estuco admite numerosos tratamientos, entre los que destacan el modelado y tallado para obtener formas ornamentales, el pulido para darle una apariencia similar al mármol y el pintado polícromo con fines decorativos.


La técnica utilizada de Geoffrey Preston es una pasta de grano fino compuesta de cal apagada (normalmente, cales aéreas grasas), mármol pulverizado, yeso, pigmentos naturales, etc., que se endurece por reacción química al entrar en contacto el hidróxido de calcio de la cal con el dióxido de carbono.









martes, 10 de noviembre de 2020

El palacio de la Salina de Salamanca _ España, es un edificio construido en estilo plateresco con elementos italianos, edificado en 1538. Cuenta con un patio con arcos, capiteles y ménsulas de gran interés. El arquitecto fue Rodrigo Gil de Hontañón.


Hontañón (1500- 1577) fue un arquitecto renacentista, considerado como uno de los mejores arquitectos  del siglo XVI. Su estilo personal ha influido en la obra de arquitectos modernos como Antonio Palacios. Su obra simboliza la coexistencia entre el gótico tardío y el clasicismo renacentista, y al mismo tiempo, la superación en España del medievalismo.





La parte gótica corresponde a la zona del fondo y se compone de dos pisos de arquerías, similares a los de la Casa de las Conchas, si bien en La Salina los arcos inferiores tienen mucha mayor luz. La obra renacentista la constituye parte del ala izquierda con galería de cinco arcos semicirculares y dos bustos en sendos medallones de hombre y mujer, podemos ver en la fachada a Cleopatra, reina de Egipto y los mensulones que sostienen el paseador del lado contrario.


Además de esas ménsulas humanas a modo de atlantes con rostros atormentados y tremendamente expresivas, se labraron en el patio escudos pertenecientes a Mesía-Fonseca, Toledo y Ponce de León delatando orígenes y entronques de los propietarios. En relación con este edificio la documentación aporta el nombre de Machín de Sarasola, activo arquitecto cuya personalidad artística está por definir, pero del que sabe de la buena fama que gozaba entre sus colegas. Tal vez en la fachada interviniera la mano tracista de Rodrigo Gil de Hontañón.



Del conjunto destaca, como no podía ser menos, la bellísima fachada, con un paseador con ocho arcos semicirculares en lo alto y un espléndido pórtico de cuatro arcos semicirculares, que constituye excepción en lo que es habitual en la Salamanca renacentista y que por el contrario es propio de Italia y particularmente de Bolonia; 


La leyenda cuenta que lo mandó construir Alonso de Fonseca, arzobispo de Santiago y patriarca de Alejandría para albergar a su amante doña María de Ulloa (1506). La nobleza no quiso dar cobijo en sus palacios a María de Ulloa, el arzobispo herido por esta actitud, en represalia, mandó que construyeran una casa para ella, que fuera la admiración de todos. 


Según Alfonso Rodríguez G. de Ceballos en realidad el palacio fue mandado construir por don Rodrigo de Messía o Mexía Carrillo, señor de la Guardia en Jaén, casado con doña Mayor de Fonseca y Toledo, hija de los señores de Coca y Alaejos, emparentados con el libertino arzobispo. El palacio en la calle de San Pablo debe ser visitado. Cuatro arcos de desigual anchura y descentrados respecto de las tres ventanas que constituyen la planta noble, dan paso al zaguán. 




La parte escultórica para unos es obra de Guillén Ferrant, mientras que otros autores se inclinan por la autoría de Claudio de Arciniega. El piso noble abre tres ventanas adinteladas entre columnas que sostienen niños desnudos dejando en el centro medallones.







Bibliografía : https://www.asturnatura.com
                    https://msalvadormartin17.wordpress.com