"Paseo a orillas del mar", obra del pintor valenciano Joaquín Sorolla, del año 1909 y con unas dimensiones de 205 cm × 200 cm. Se encuentra en Museo Sorolla en Madrid _ España.
Paseo a orillas del mar es uno de los cuadros más famosos realizados por Sorolla, adscrito al periodos del luminismo. En él aparecen representadas su mujer, Clotilde García, la cual sostiene una sombrilla, junto a su hija mayor, María Clotilde, caminando al atardecer por la playa de Valencia mientras la brisa marina hace ondear sus ropas.
María Clotilde, hija del Pintor |
Su uso del blanco como uno de los colores protagonistas, ha logrado hacer que sus obras tengan una luminosidad inigualable y una marca propia que lo distingue fácilmente de sus pares.
El más importante aporte de Sorolla fue la pincelada fluida y el colorido con el que desarrolló un auténtico estilo vanguardista, tintado de las inquietudes culturales y filosóficas de la época.
En este cuadro se aprecia en todo su esplendor la especial capacidad de artista para plasmar rayos solares reflejados sobre telas blancas.
El artista presenta una escena agradable con un gran detallismo; ambas mujeres están representadas con gran elegancia.
La más rezagada es la mujer del artista, ataviada con un bonito y veraniego vestido blanco el velo de su gran sombrero oculta su rostro mientras con la mano trata de apartarlo, con la otra mano sostiene una sombrilla también blanca que parece fundirse con el vestido. Mientras la hija mayor del artista, también con un vestido blanco, tiene el rostro más despejado. Su mirada parece fruncida a causa del sol y no presta demasiada importancia al espectador; en la mano sostiene su sombrero mientras la cola del vestido ondea a causa del viento.
En realidad la escena tan solo es una disculpa más para retratar el paisaje mediterráneo: el colorismo agradable basado el azules, ocres y blancos, la incidencia de los efectos lumínicos en cada rincón, el detallismo con el que trata cada uno de los aspectos de la composición hacen de ésta una de las mejores obras del valenciano.
El pintor Joaquín Sorolla obra José Jiménez Aranda,1901 |
El éxito de la pintura del artista valenciano se basó en su capacidad cromática, en su forma de recurrir y usar el color. "Como todos los grandes pintores de la historia, el color en Sorolla es extraordinariamente personal, con una paleta inconfundible". Este sentido del color "lo pone al servicio de la descripción verídica, la realidad que le rodea. Lleva la tradición de la pintura al aire libre a su punto máximo".
Valencia le nombró hijo predilecto y meritorio, dándole una calle en su nombre. En 1905 inició el proyecto de la casa Sorolla en Madrid, convertida en la actualidad en un museo, donde se puede disfrutar de la exposición de gran parte de sus obras. Esto fue gracias al poder adquisitivo que tenía, fruto de la importancia que tenía su obra tanto dentro como fuera de España.
Bibliografía : https://www.todocuadros.es
https://www.levante-emv.com