"La Virgen del jilguero", obra del Rafael Sanzio, hacia 1506. fue realizada sobre tabla con unas dimensiones de 107 x 77 cm. Se conserva en la Galería Uffizi de Florencia _Italia.
Un joven Rafael Sanzio se acercó al ambiente florentino a través de su maestro Perugino, en aquel tiempo jefe de un exitoso taller en la capital Toscana. Pero fue gracias a la familia de los Duques de Urbino, quienes escribieron a la República de Florencia para invitar al artista a permanecer en Florencia la cuna del Renacimiento.
En Florencia Rafael, absorbió los logros del arte florentino que en su momento estuvo a la vanguardia en Europa. La influencia del gran Leonardo, es evidente en la estupenda Virgen del Jilguero, obra que fue restaurada en el año 2008 en manera hábil y muy sabia.
Rafael acepta el enfoque de la impostación de las figuras en manera piramidal, los efectos de luces suaves y el dialogo emocional entre los personajes que eran elementos típicos de la pintura de Leonardo. No obstante esto, son evidentes al mismo tiempo, aquellas que serán las características propias del gran artista de Urbino: la extrema dulzura de los rostros, sobre todo de las Vírgenes, el uso magistral del color, la representación naturalista del paisaje y la profunda intimidad entre las figuras.
Durante su estancia en Florencia, Rafael dibujo otras célebres obras, pero es la Virgen del Jilguero la que representa mejor la estética del gran artista.
La pintura fue gravemente dañada a finales del siglo XVI a causa del colapso del palacio en donde se encontraba. Sufrió graves daños: presentaba cortes largos y profundos que habían desfigurado el panel de madera.
En el cuadro están representadas la virgen María, en el centro, que sostiene el libro de la Sabiduría en su mano, el niño Jesús, entre las piernas de su madre. San Juan Bautista, primo de Jesús, está vestido con piel de camello (hace alusión al pasaje del evangelio en que se dice que así vestía en el desierto) y tiene entre sus manos un jilguero, símbolo de la muerte cruenta, que ofrece a Jesús, como anticipo de lo que ocurrirá.
Rafael Sanzio a pesar de haber tenido una vida muy corta, murió cuando apenas contaba con 37 años, su pintura caracterizada por equilibrio, orden , armonía tendrá gran influencia contribuyendo posteriormente a la creación de academias oficiales en diversos países, que tendrían en la pintura de Rafael el modelo perfecto hacia el que habían de encaminarse, es la llamada pintura academicista.
La Fundación Claude Monet es un museo y jardín botánico, que se encuentra en la comuna de Giverny _ Francia. El jardín tiene una superficie de 15 hectáreas, incluyendo tanto la colección botánica, la vegetación local y un pequeño vivero para especies raras.
El 26 de abril de 1974 la propiedad fue inscrita en el título de los monumentos históricos (entrada, jardín, taller, estanque y pabellón). También está catalogado como jardín notable) en el 1976.
Claude Monet vivió en su morada de Giverny durante cuarenta y tres años, desde el año 1883 a 1926. Este largo período de tiempo le permitió acondicionar la casa a su gusto, adaptándola al mismo tiempo a su vida familiar y profesional.
Al principio, la vivienda llamada la casa de la Prensa ( una prensa de manzanas situada sobre la pequeña plaza vecina dio nombre a la barriada), es de reducidas dimensiones. Monet la agrandará de cada lado, hasta llegar a 40 metros de largo por solo 5 metros de ancho.
La escultura de Monet obra de Daniel Goupil
La granja adosada a la casa, se transforma en su primer taller mediante la instalación de un pavimento y de una escalera que comunica con la casa principal. Monet, que pinta sobre todo al aire libre, necesita un lugar para almacenar sus telas y efectuar retoques.
Encima de su taller, Monet añade un piso y se acondiciona un gran dormitorio y un cuarto de aseo. Todo el lado izquierdo de la casa está reservado para Monet, es allí donde tiene su espacio de trabajo y de descanso.
Las ampliaciones realizadas por Monet se distinguen por el tamaño de las ventanas, mucho más anchas que en la parte original.
Del otro lado de la casa, un cobertizo desaparece reemplazado por una cocina lo suficientemente vasta para preparar cotidianamente las comidas de una familia de diez personas habituada a recibir.
Es Monet quien eligió el color rosa de la fachada y el de las persianas. En esta época, la costumbre era pintar la carpintería en gris, Monet, que se preocupa poco del que dirán, decide pintarlas en verde. Instala una galería delante de la casa, una pérgola cubierta de rosales trepadores, y deja crecer una viña virgen sobre la fachada.
La casa dispone de tres entradas. La de la izquierda da acceso a los aposentos de Monet, en medio se encuentra la entrada principal, a la derecha, la tercera que lleva a la cocina sirve de entrada de servicio.
Fue Monet quien supervisó toda la decoración de la casa, dando rienda suelta a su amor por el color.
La pieza sorprende por los tonos azules en sus paredes así como en el mobiliario. Armonizan con las estampas japonesas coleccionadas con pasión por Monet durante toda su vida. Llegó a poseer más de doscientas. Le gustaba rodearse e inspirarse en ellas.
El salón Azul
El dormitorio de Claude Monet es espacioso y en esta cama tan sencilla donde Monet durmió, y en la que expiró el 5 de diciembre de 1926. El pintor disfrutaba de una magnífica vista sobre su jardín.
Hay que hacer notar la mesa de despacho finamente trabajada, y la cómoda, ambos del siglo XIX. En las paredes podemos ver telas de los artistas de la colonia de Giverny. Monet exponía en su habitación las telas impresionistas de sus amigos de renombre Cezanne, Renoir, Pissarro, Sisley, Morisot, Boudin, Manet, Signac…
Durante tres años, se realizó un considerable trabajo de restauración. Se restauran la casa, talleres, muebles y estampas. Gerald Van der Kemp y Gilbert Vahe, el joven jardinero jefe formaron la École nationale supérieure d'horticulture, que hacen resurgir los jardines. Los árboles muertos son talados, flores arados, pasarelas remontar y el "puente japonés" fue reconstruido exactamente, manteniendo la glicinas que plantó Monet.
El borde de los bancos se consolida con tablas. Los archivos, las innumerables fotografías y recuerdos de los que habían conocido el jardín ayudan a encontrar los planes y las variedades preferidas de Monet. Algunos cultivares han desaparecido, se sustituyen por otros similares.
La ventana del primer estudio de Monet en su casa de Giverny
El 1 de junio de 1980, fue creada la Fondation Claude Monet, y la propiedad abre sus puertas al público. Muy rápidamente, se convirtió en un destino popular para un número creciente de visitantes de todo el mundo. Ocupa el segundo lugar como destino turístico más visitado en Normandía después de Mont-Saint-Michel, la casa y los jardines reciben aproximadamente 530 000 entusiastas de abril a noviembre.
Bibliografia : http://giverny.es
jueves, 7 de diciembre de 2017
"San Jerónimo leyendo una carta", obra de Georges de la Tour con unas dimensiones de 79 x 65 cm. Se encuentra en el Museo Nacional del Prado, Madrid _ España.
Hijo de un panadero, no se conocen datos seguros sobre la formación artística de Georges de la Tour (1593-1652). Hoy, sus lienzos son rarezas inencontrables. El Prado sólo posee una de sus obras, Ciego tocando la zanfonía, adquirida en 1991 y en el año 2005 un segundo de la Tour fue presentado en las dependencias de la pinacoteca.
Se trata de una figura de San Jerónimo, de medio cuerpo, visto en posición central, leyendo una carta con unos anteojos en la mano. El reverso del lienzo lleva inscrito en grandes letras "Duquesa de Uceda", y en el bastidor el nombre "Zurbarán".
Poco más se sabe, de momento, de la procedencia del cuadro, llamado San Jerónimo leyendo una carta. Llevaba "años y años" en el Palacio de Trinidad, hoy sede del Instituto Cervantes, y estaba colgado en el despacho del administrador del centro.
No existe documento alguno que registre el San Jerónimo leyendo una carta encontrado en el Instituto Cervantes. Que llevara en el bastidor el nombre de Zurbarán no es extraño ya que varios cuadros de De la Tour, antes de ser reconocidos, habían sido asignados sin rigor a pintores españoles del seiscientos, como Ribera o Velázquez.
Algunos autores han hablado de De la Tour como una especie de "precubista", sobre todo al analizar sus pinturas nocturnas. "Pero también en nuestro soleado San Jerónimo", se manifiesta una latencia geométrica arcaizante, conviviendo con ese gusto por el detalle sutil. La mancha color rojo De la Tour".
"San Jerónimo leyendo una carta", obra de Georges de la Tour, entre 1621 - 23 en Royal Collection Trust
El especialista José Milicua habló del cuadro, y explicó las tripas de la atribución de San Jerónimo leyendo una carta a Georges de la Tour. Se basa, según su informe, en la calidad, que acreditan otros originales del maestro.
"San Jerónimo leyendo una carta", obra de Georges de la Tour, Musée des civilisations de l'Europe et de la Méditerranée
Milicua, con la ayuda de diapositivas y de otras obras del francés, se detiene en los detalles del cuadro: la pincelada de la cabellera, la luz en las cejas y pestañas, así como la comparación con sus composiciones de similares características han sido claves para la identificación. El reducido catálogo de obras autógrafas de De la Tour, dice el experto, aumenta el valor del hallazgo, del que ya han sido informados los especialistas franceses de la época del artista.
El pintor francés Georges de la Tour está considerado uno de los principales artistas barrocos a pesar de haber permanecido en el olvido durante décadas. Influido por Bassano y Caravaggio, fue redescubierto en el siglo xx y su escasa producción, que no supera las 50 obras, se encuentra en los principales museos del mundo.
En sus obras tenebristas el detalle se reduce al personaje representado, especial y sutilmente iluminado, sin paisajes ni arquitecturas circundantes, en composiciones aisladas pero totalmente integradas en la obra final.
La basílica de Santa María es una destacada iglesia de estilo gótico, situada en la plaza del Mercado, de la antigua capital nacional de Cracovia _ Polonia. Cracovia fue capital del país y eso se nota en un centro histórico amplio y rico que pertenece al Patrimonio de la Humanidad.
La fachada de la basílica se encuentra flanqueada por dos torres de diferentes alturas. La torre más alta, decorada con una corona dorada, es conocida como “Hejnalica” y en el pasado funcionaba para informar sobre la apertura y cierre de las puertas de la ciudad además de los incendios y los ataques enemigos.
El templo es de tres naves con bóveda de crucería gótica y multitud de detalles artísticos que llaman la atención por lo que se agradece la visita pausada. La bóveda y las capillas se terminaron en el siglo XV y a lo largo de los siglos fueron añadiéndose obras de mayor o menor importancia, testimonio de los diferentes estilos artísticos.
En el interior de la basílica destaca especialmente un retablo de madera, obra del escultor alemán Veit Stoss del siglo XV con más de 200 figuras talladas que, con 12 metros de longitud, es el más grande de toda Europa, el estilo de Stoss se inclina hacía el decorativismo, fuerte caracterización de los personajes, gusto por la riqueza y el detalle.
Los cuadros barrocos que adornan las capillas tienen considerable valor, así como el púlpito y, sobre todo el Sagrario que, con forma de templo renacentista se sitúa en el lado derecho de la nave principal. Es obra del Giovanni Maria Padovano y fue realizado en torno a 1552.
La pintura polícroma de los muros, que tanto color aporta, es muy posterior y fue realizada por Jan Matejko a finales del siglo XIX en un estilo muy próximo a las "arts and crafts" inglesas.
El responsable de este regalo para la vista es Jan Matejko, considerado como el más ilustre pintor histórico polaco. Como no podría ser de otra forma, el entorno es luminoso, acrecentado por la altura propia del estilo gótico de las iglesias para colocar amplios ventanales. El matiz dorado está presente en todas partes de forma sutil, creando un nexo de unión entre los colores pastel de los pilares y el azul turquesa del techo.
En la basílica de Santa María de Cracovia hay cabida también para el art nouveau. Se puede apreciar en las vidrieras situadas encima de la tribuna del órgano, obras surgidas de la colaboración de los artistas polacos Józef Mehoffer y Stanislaw Wyspianski.
Desde la parte superior de esta torre cada hora un trompetista toca el Hejnał mariacki, una melodía tradicional polaca se transmite a mediodía a través de la radio, y en todo el país.
Dice la historia que, un día de 1241, cuando el trompetista tocaba el Hejnał mariacki para indicar que se acercaban los tártaros y que debían cerrarse las puertas, una flecha disparada por un arquero invasor atravesó la garganta del joven, que murió de inmediato. Desde ese momento, la melodía se siguió tocando diariamente, pero interrumpiendo el son en medio de una nota.
Esta basílica es una de las más bellas e imponentes de Europa y, sin duda, una de las más famosas de Polonia.
"Susurros de amor" obra de William-Adolphe Bouguereau, fue realizada en el año 1889 y con unas dimensiones de 157.48 x 92.71 cm . Actualmente se encuentra en el Museo de Arte de Nueva Orleans _ Estados Unidos.
Una joven sentada apoyando el codo derecho en una vasija; parece hablarle al oído un Cupido que revolotea a su espalda. Los traviesos angelitos extienden sus alas para volar más cerca del oído de quien intenta decidir un rumbo. Sus voces incesantes acaparan los sentidos, y solo basta un paso para que el cántaro se rompa y fluya todo aquello que ha sido guardado con celo.
Antes de la llegada del arte moderno y abstracto de finales del siglo XIX y la mayor parte del siglo XX, existió en el ser humano el deseo de plasmar en enormes pinturas la belleza celestial personificada en seres celestiales y humanos. Algunos de estos seres fueron los angelitos, que llegaron a representar una unión de cielo y tierra.
El pintor William-Adolphe Bouguereau, fue uno de los últimos pintores altamente reconocidos y apreciados por sus angelitos y otras figuras alegóricas plasmadas en sus pinturas. Su inspiración se refleja en sus propias palabras acerca de su disciplina artística:
"Cada día ir a mi taller es una alegría. De noche, cuando por falta de luz me obliga a detenerme, apenas puedo esperar a la mañana siguiente… si no me puedo entregar a mi querida pintura, soy un infeliz."
Bouguereau pintó 826 pinturas durante su vida. Era un tradicionalista firme. Sus pinturas y temas mitológicos eran interpretaciones de temas clásicos tanto paganos como cristianos. Se concentraba en el cuerpo humano desnudo femenino, pero con frecuencia acompañaba a sus figuras femeninas con angelitos.
El estilo de Bouguereau era idealista y muy pulido. Él expresó: "Sólo hay un tipo de pintura. Es la pintura que presenta el ojo con la perfección, el tipo de esmalte hermoso e impecable que se encuentra en Veronese y Tiziano."
''Uno tiene que buscar la belleza y la verdad'', le dijo Bouguereau a un entrevistador en 1895.
Bouguereau se caracteriza como un pintor de retratos de aspecto fotográfico, obras religiosas hábiles y sentimentales y desnudos tímidamente eróticos, como un bello prototipo del dominio de las técnicas pictóricas academicistas y de las claves sociales de la hipocresía burguesa.
La mitología es aquí un pretexto para mostrar su sorprendente talento de dibujante, capaz de plasmar todas las actitudes del cuerpo humano. La mitología permite también adentrarse en el registro erótico pero no obstante sin caer en la obscenidad.
Fue William Adolphe Bouguereau quien sin ayuda abrió las academias francesas a las mujeres, y fue el quién podría decirse que fue el mayor pintor de la figura humana en toda la historia del arte. Sus figuras cobraron vida como ningún artista lo había hecho antes o hasta entonces.
El campo de concentración de Auschwitz fue un complejo formado por diversos campos de concentración y exterminio de la Alemania nazi situado en los territorios polacos ocupados durante la Segunda Guerra Mundial.
Situado en Oświęcim a unos 43 km al oeste de Cracovia, fue el mayor centro de exterminio de la historia del nazismo, donde se calcula que fueron enviadas cerca de un millón trescientas mil personas, de las cuales murieron un millón cien mil, la gran mayoría de ellas judías (el 90 %, aproximadamente un millón).
En la puerta de entrada a uno de los diversos campos que componían el complejo (Auschwitz I) se puede leer el Arbeit macht frei es una frase cuya traducción al español es ‘el trabajo libera’. Aunque a veces pueda ser entendida como ‘el trabajo te libera’ o ‘el trabajo os hace libres’.
Arbeit macht frei es una frase intencionalmente ambigua: sugiere no solo que el trabajo libera a víctimas detenidas por el nazismo, sino la ocupación de los nazis al consumar el asesinato premeditado de enormes masas humanas de origen y condición diversa (opositores al régimen, librepensadores, judíos, masones, gitanos, comunistas, homosexuales, y enemigos de guerra, entre los que no faltaron cristianos.
Hubo tres campos principales y 39 campos subalternos. Los tres campos principales fueron:
Auschwitz I, el campo de concentración original que servía de centro administrativo para todo el complejo. En este campo murieron cerca de 70 000 intelectuales polacos y prisioneros de guerra soviéticos.
Auschwitz II (Birkenau), un campo de exterminio y el lugar donde murieron la mayor parte del más de un millón de víctimas del campo. En esta sección eran ubicadas las mujeres.
Auschwitz III (Buna - Monowitz), utilizado como campo de trabajo esclavo para la empresa IG Farben.
Auschwitz II (Birkenau) es el campo que la mayor parte de la gente conoce como Auschwitz. Allí se encerró a cientos de miles de judíos y allí también se ejecutó a más de un millón de deportados y decenas de miles de gitanos.
El campo está ubicado en Birkenau, a unos 3 km de Auschwitz I. La construcción se inició en 1941 como parte de la Endlösung (solución final). El campo tenía una extensión de 2,5 km por 2 km y estaba dividido en varias secciones, cada una de ellas separada en campos.
Los campos, al igual que el complejo entero, estaban cercados y rodeados de alambre de púas y cercas electrificadas (algunos prisioneros utilizaron las cercas electrificadas para suicidarse). El campo albergó hasta 100 000 prisioneros en un momento dado.
El objetivo principal del campo no era el mantener prisioneros como fuerza laboral (como era el caso de Auschwitz I y III), sino su exterminio. Para cumplir con este objetivo, se equipó el campo con 4 crematorios con cámaras de gas. Cada cámara de gas podía recibir hasta 2500 prisioneros por turno. El exterminio a gran escala comenzó en la primavera de 1942 como resultado de la aceleración de la solución final tratada en la Conferencia de Wannsee.
A partir de 1944 se extendió la vía del tren para que entrara directamente al campo. Algunas veces, al llegar el tren, los prisioneros eran pasados directamente a las cámaras de gas. En otras ocasiones, los nazis seleccionaban prisioneros, para ser enviados a campos de trabajo o para realizar experimentación médica. En general los niños, los ancianos y los enfermos eran enviados directamente a las cámaras de gas.
Aquellos que resultaban seleccionados para el exterminio eran trasladados a uno de los grandes complejos de cámaras de gas/crematorio hacia los extremos del campo. Dos de los crematorios (Krema II y Krema III) tenían instalaciones subterráneas, una sala para desvestirse y una cámara de gas con capacidad para miles de personas. Para evitar el pánico, se les informaba a las víctimas que recibirían allí una ducha y un tratamiento desinfectante.
Hoy en día se calcula que en Auschwitz llegaron a estar internadas un total de 1,3 millones de personas, de las cuales murieron 1,1 millones, el 90% de ellos, en torno a un millón, judíos.
Según cifras de Franciszek Piper, el grupo mayoritario de judíos trasladados al campo corresponde a los procedentes de las deportaciones de 1944 desde Hungría (438 000). Le siguen Polonia (300 000), Francia(69 114), Holanda (60 085), Grecia (55 000), Checoslovaquia (46 099), Eslovaquia (26 661), Bélgica (24 906), Alemania y Austria (23 000), Yugoslavia (10 000), e Italia (7 422).
En Auschwitz murieron también unos 70 000 prisioneros políticos polacos, más de 20 000 gitanos, 10 000 prisioneros de guerra soviéticos, entorno a 1 200 republicanos españoles, además de cientos de testigos de Jehová y decenas de los internados a causa de la homosexualidad.
Baños en Berkena (únicamente disponían de 15 segundos de baño, dos veces al día. El exceso en ese límite de tiempo suponía un grave riesgo, puesto que terminaban con su vida)
Estimaciones coincidentes son las del historiador Peter Hayes. Según su estudio, solo 125 000 de los 200 000 supervivientes seguían vivos a la caída del Tercer Reich, aproximadamente el 10% de las personas internadas en el campo entre mayo de 1940 y enero de 1945.
Auschwitz. Una palabra que por sí misma representa todo el terror y la maldad de la que es capaz la especie humana. Recordatorio de cómo una locura generalizada puede llevar a cometer los actos más incomprensibles. Nueve letras que llevan dando miedo ya a varias generaciones.
Los nazis robaron todo a los polacos. Les robaron su territorio, sus casas, sus vidas, su dignidad, su alegría. Les estigmatizaron para siempre por las barbaridades que hicieron en su tierra. Les quitaron hasta su historia. Nadie conoce Oświęcim, el nombre polaco de la población en la que se levantaron los campos. Sólo Auschwitz.
Habitación en Birkenau
Me comenta mi compañero, colaborador y gran amigo César que "Yendo hacia la zona de los hornos, únicamente se escuchan los pasos del grupo de visitantes, clavándose las grandes piedras del camino en los pies, intentando imaginar lo que pensaban los que no sabían que iban a morir durante esos últimos pasos".
Rompe el alma ver los nombres de las maletas, escritos por sus dueños, engañados por los nazis al pensar que volverían a recuperarlas tras bajar de los trenes, después de pasar por las duchas, las montañas de gafas, zapatos, prótesis, cepillos, cremas y todo tipo de enseres... Por no hablar del pelo. En muchos casos, lo único que queda de familias enteras, de comunidades enteras.
Todas esas sensaciones, toda esa humanidad, perdieron su vida de una manera tan trágica por ser de una religión o por ser homosexual y pertenecer a la raza gitana. Muy mal lo tiene que hacer la humanidad para errar tan mal como lo hizo en aquel momento y que, probablemente, siga haciéndolo habitualmente aunque reflejado en otros ámbitos.
Termino con una niña, querida y admirada por mi, Ana Frank (1929-1945), la conocida niña judío alemana. De las ocho personas que estuvieron, sólo el padre de Ana, Otto Frank, sobrevivió a esta terrible guerra. Una vez terminado el holocausto, su padre decidió publicar las memorias de su hija Ana, por lo que se hizo mundialmente famosa. Su libro es un ejemplo de valor, coraje y esperanza que no deja indiferente a nadie. Murió con tan solo quince años, de tifus, en marzo de 1945.