La Estación de Sao Bento o San Benito es la estación ferroviaria más importante de Oporto y a su vez uno de los mejores monumentos de la ciudad. Su situación céntrica hace que pasar por este lugar sea casi inevitable.
Desde esta popular estación portuense salen trenes hacia distintas ciudades importantes de Portugal y España.
La Estación de São Bento fue construida a principios del siglo XX en el lugar donde se alzaba el Convento de São Bento del Ave María, de ahí el nombre del edificio, obra del arquitecto José Porto, Marques da Silva, en el estilo francés típico de la época. Se inauguró en 1916, y desde entonces ha visto a millones de pasajeros entre sus arcos y andenes.
Si algo destaca de la estación, aparte del bullicioso trasiego de viajeros y las palomas jugueteando en los andenes, son sus magníficos murales de azulejos.
Es al atardecer, con el sol entrando por los arcos de la estación, cuando los 20.000 azulejos de São Bento adquieren unos brillos mágicos que se reflejan en todas direcciones, haciéndonos cambiar de posición buscando el mejor ángulo para no perdernos ningún detalle de los murales. La cantidad de azulejos no la he puesto a ojo de buen cubero, consta que están numerados y fueron elaborados entre 1905 y 1916.
El vestíbulo principal está recubierto de estos miles de azulejos historiados, obra del pintor Jorge Colaço (1864-1942), unos paneles que representan escenas campesinas y episodios relacionados con la fundación y la historia de la ciudad. Podremos observar escenas de cosecha, de coronación, de batallas, de procesiones, de desembarco en el Duero…
Los azulejos del tramo superior son policromos y de tamaño más reducido, mientras que los demás, con escenas en dos tramos más hacia el suelo, lucen la habitual tonalidad azulada de la cerámica portuguesa y se extienden sobre una mayor superficie mural.
El techo ornamentado en relieve se muestra blanco y con el nombre de los ríos más cercanos en grandes caracteres, Minho y Douro, respectivamente hacia el norte con la entrada a los andenes y en la parte sur, en la entrada a la estación.
Colaço es conocido por los recursos artísticos que utiliza en la caricatura, su depurada técnica en la pintura al óleo, y en especial por el tratamiento particularísimo de su dibujo en el azulejo pintado, donde aplica una técnica pictórica muy desarrollada, que la hacen ser auténticos cuadros murales.
Los azulejos de Colaço, principalmente pintados de azul y blanco, pueden catalogarse dentro de la corriente historicista que influenció todo el arte de la primera mitad del siglo XX (basándose principalmente en temas de los finales de la Edad Media, época de los descubrimientos, y la dinastía manuelino) y tradicional (exaltación de las costumbres de la vida rural). También son interesantes sus obras de tema mitológico, especialmente la serie de azulejos que decoran las galerías exteriores del Palacio de Buçaco, basadas en la Obra "Os Lusiadas" de Camões.
Sao Bento se empezó a construir en 1900, cuando el rey Carlos I puso la primera piedra, en el contexto de una expansión del sistema ferroviario en el territorio portugués. Hoy en día la estación está en pleno funcionamiento y es uno de los nexos de unión más empleados por los portugueses para llegar a la ciudad del Duero.